El empate a uno en casa del Udinese fue suficiente para alcanzar matemáticamente un título que se resistía desde 1990
Y el sueño, al fin, se hizo realidad. 33 años después, Nápoles se hizo con un nuevo Scudetto, el tercero de su historia, llevando el delirio absoluto a una afición que llevaba demasiado tiempo esperando. La noche en la hermosa ciudad del sur de Italia fue eterna.
Muchos aficionados no sabían aún lo que era presumir de ser campeón de la Liga italiana. Algunos vieron al 'Pelusa', mito napolitano, levantar el título en 1990. Pero no sus hijos, que tienen ahora a Kvaratskhelia, Osimhen o al propio entrenador, Luciano Spaletti, como ídolos absolutos.
"Es maravilloso", decía un aficionado junto a su hijo, del que decía: "¡Él solo tuvo que esperar 13 años!".
El histórico triunfo de los 'azurri' va mucho más allá de lo meramente deportivo. Y es que Nápoles es la única gran ciudad de Italia representada por un solo club en la máxima categoría nacional, además de una de las tan solo dos ciudades del sur que ha ganado el Scudetto, junto al Cagliari.
Desde hace más de 20 años, la victoria del Scudetto era cosa de dos ciudades del norte del país, Milán y Turín. De los 119 campeonatos de Liga concedidos en Italia hasta hoy, sólo cuatro han sido ganados por un club del sur del país. Las cifras y la alegría desbordante de este pueblo transmiten la importancia de este momento.