El organismo advierte que la inflación no muestra los signos de reducción esperados. Estima que debe bajar el gasto público ante el gran endeudamiento de algunos países.
La OCDE revisa al alza sus previsiones de crecimiento para las principales economías del mundo tras moderarse la crisis de precios de la energía y a pesar de la reapertura de la economía china. El informe presentado este miércoles pronostica unas tasas de crecimiento del PIB relativamente bajas respecto a las de antes de la pandemia.
Para el mundo son de un 2,7 % este año y 2,9 % para 2024.
La Eurozona no despega
Destacan un moderado crecimiento en la zona euro -menos de un uno por ciento en 2023-y la gran progresión de los gigantes China e India. China superando el cinco por ciento e India en un seis y un siete por ciento entre este año y el que viene.
En cuanto a España, presentará la mayor subida en términos relativos, 2,1 % , aunque hay que tener presente que en el primer trimestre era uno de los cuatro países de la OCDE -junto a Alemania, Reino Unido y República Checa- que todavía no había recuperado el nivel precovid.
Menos ahorro en los hogares
Clare Lombardelli economista jefa de la OCDE detallaba la situación en la Eurozona.
"En la eurozona se prevé que el crecimiento del PIB sea del 0,9 % este año y se espera un repunte hasta el 1,5 % en 2024, con la ayuda del aumento de los ingresos reales a medida que disminuye la inflación. El consumo privado se apoyará en un mercado laboral tenso, con menos ahorro en los hogares".
La inflación, por encima de los objetivos
Respecto a las previsiones de inflación, están por encima de los objetivos fijados por los bancos centrales y son más altas que en pronósticos previos de la propia OCDE.
A nivel mundial, se espera que se reduzca al 6,6% este año y al 4,3% en 2024.
En la eurozona, calcula un 5,8 por ciento para 2023 y 3,22 % para el año que viene.
El organismo alerta además sobre la elevada inflación subyacente. Y considera que ante la falta de signos de reducción de la inflación, debe continuar la subida de los tipos de interés.
Frente al alto nivel de deuda en muchos países, el mensaje es que es necesario limitar el gasto público. El organismo preconiza "reformas políticas estructurales ambiciosas" para incrementar el crecimiento económico a largo plazo.