El ministro francés del Interior, Gérald Darmanin, viajó este lunes a Italia para tratar sobre la manera de ayudar al Gobierno de este país a controlar la frontera para impedir la llegada de inmigrantes
Impedir la avalancha de inmigrantes a Lampedusa y expulsar rápidamente a los sin papeles. El ministro del Interior francés, Gérald Darmanin viajó este lunes a Italia para reunirse con su homólogo italiano, Matteo Piantedosi, y reiteró la voluntad de Francia de ayudar a Italia controlar su frontera y evitar las llegadas irregulares. Por su parte, el alto comisionado de la ONU para los refugiados pone freno al discurso político.
"Ha habido tanta politización de esto, que los políticos necesitan soluciones breves, necesitan eslóganes que digan: 'Estamos al límite'. No funciona así. Tenemos que explicar a la opinión pública que son temas complejos que requieren tiempo, recursos y diferentes soluciones, pero es la única manera. Por cierto, es posible. No hay invasión. "No es una catástrofe. Es posible hacerlo, pero los países tienen que trabajar juntos", afirma Filippo Grandi, Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.
Darmanin aseguró en televisión que el objetivo es expulsar rápidamente a sus países a las personas que lleguen de forma irregular y no tengan derecho al asilo. "Sólo los acogeremos si respetan las reglas del asilo, si están perseguidos. Pero si simplemente es una inmigración irregular, Francia no los puede acoger, como tampoco otros países", subrayó el ministro al ser preguntado sobre las personas llegadas en los últimos días a Lampedusa.
Sin embargo algonos colegas en París no compartenla rígida postura del ministro del Interior de Francia. La ministra de Exteriores, Catherine Colonna, asegura que Francia participará en la redistribución de migrantes entre los países de la Unión.