NewsletterNewsletterEventsEventos
Loader

Find Us

InstagramFlipboardLinkedin
Apple storeGoogle Play store
PUBLICIDAD

Muere un preso político bielorruso tras no proporcionarle las autoridades atención médica

ARCHIVO: Esta foto sin fecha del Centro de Derechos Humanos de Viasna muestra al activista político bielorruso Vadzim Khrasko posando para una foto.
ARCHIVO: Esta foto sin fecha del Centro de Derechos Humanos de Viasna muestra al activista político bielorruso Vadzim Khrasko posando para una foto. Derechos de autor AP Photo
Derechos de autor AP Photo
Por Euronews con AP
Compartir esta noticiaComentarios
Compartir esta noticiaClose Button
Este artículo se publicó originalmente en inglés

Vadzim Khrasko murió de neumonía en una colonia penal cercana a la ciudad nororiental de Vitebsk después de que las autoridades penitenciarias tardaran en trasladarlo al hospital.

PUBLICIDAD

Un preso político ha muerto en una cárcel de Bielorrusia después de que las autoridades no le proporcionaran la atención médica adecuada, según denunció el lunes un grupo de derechos humanos.

Su muerte pone de manifiesto las crueles condiciones de las cárceles bielorrusas.

Vadzim Khrasko murió de neumonía en una colonia penal cercana a la ciudad nororiental de Vitebsk después de que las autoridades penitenciarias tardaran en llevarlo a un hospital, desoyendo sus súplicas de ayuda, declaró el centro de derechos humanos Viasna.

Murió el 9 de enero, pero las autoridades penitenciarias no han informado de su fallecimiento hasta ahora.

Khrasko, especialista en tecnologías de la información de 50 años, cumplía una condena de tres años acusado de ofrecer donativos a grupos de la oposición que las autoridades tachaban de "extremistas".

El activista político Leanid Sudalenka, que también fue sentenciado a tres años en la misma prisión, declaró a The Associated Press tras finalizar su condena que estuvo a punto de morir cuando el COVID-19 arrasó las instalaciones.

Dijo que él y otros presos políticos tenían que llevar una etiqueta amarilla en sus uniformes, para ser fácilmente identificables por los guardias que, según él, les intimidaban, maltrataban y humillaban rutinariamente.

Sudalenka afirmó que los métodos de intimidación pueden ir desde las celdas de castigo y el aislamiento informativo total, hasta la negativa a entrevistarse con un abogado y la denegación de atención médica y medicamentos.

Otros presos no han sobrevivido al encarcelamiento, entre ellos el artista Ales Pushkin, que murió en julio de una úlcera perforada tras no recibir atención médica, y Vitold Ashurak, cuyo cadáver fue entregado a sus familiares en 2021 todavía con un vendaje en la cabeza.

Las autoridades bielorrusas han reprimido a los opositores al autoritario presidente Alexander Lukashenko tras las enormes protestas desencadenadas por las elecciones de agosto de 2020 que le otorgaron un sexto mandato. La oposición y Occidente consideraron fraudulenta la votación.

Las protestas recorrieron el país durante meses, sacando a cientos de miles de personas a las calles. Más de 35.000 personas fueron detenidas, miles recibieron palizas bajo custodia policial y cientos de medios de comunicación independientes y organizaciones no gubernamentales fueron clausurados e ilegalizados.

Más de 1.400 presos políticos siguen entre rejas, entre ellos dirigentes de partidos de la oposición y el conocido defensor de los derechos humanos y Premio Nobel de la Paz de 2022, Ales Bialiatski.

La líder de la oposición bielorrusa en el exilio Sviatlana Tsikhanouskaya, que se vio obligada a abandonar el país tras desafiar a Lukashenko en las elecciones de 2020, pidió que se investigara la muerte de Khrasko.

"He recibido la trágica noticia de la muerte del preso político Vadzim Khrasko, debida a una atención médica inadecuada", declaró Tsikhanouskaya. "Debemos actuar ahora para evitar más muertes", setenció.

Compartir esta noticiaComentarios

Noticias relacionadas

Lukashenko aparece en público en medio de dudas sobre su estado de salud

La inseguridad alimentaria aguda alcanza los 258 millones de personas en todo el mundo

Portugal: ¿Se mantienen los valores de la revolución 50 años después?