Más de 50 años después del fin de la dictadura franquista, España sigue investigando fosas comunes vinculadas a la Guerra Civil y la posterior represión.
En un yacimiento de Córdoba, arqueólogos examinan restos humanos junto a objetos personales que pueden ayudar a confirmar identidades mediante ADN.
Sin embargo, expertos advierten que, por la escasez de registros y décadas de deterioro, muchas víctimas quizá nunca puedan ser identificadas con certeza, lo que deja a las familias aún en busca de respuestas.