El viaje de Macron representa la creciente confianza de las autoridades del 'Hexágono' en que el refuerzo de la seguridad y las medidas de emergencia logran mantener bajo control el clima de violencia generado por opositores de una reforma electoral.
El presidente francés Emmanuel Macron va a viajar a Nueva Caledonia, colectividad territorial francesa del Pacífico en la que se ha desatado una ola de violencia, para tratar de calmar los ánimos. El viaje de Macron representa la creciente confianza de las autoridades del 'Hexágono' en que el refuerzo de la seguridad y las medidas de emergencia logran mantener bajo control el clima de violencia generado por opositores de una reforma electoral.
El mandatario francés tenía previsto viajar el miércoles a Normandía, en el norte de Francia. En su lugar, va a tomar un vuelo al archipiélago situado a 10 husos horarios de París, al este de Australia, que se ha visto envuelto en mortíferos enfrentamientos con armas, saqueos, incendios provocados y otros disturbios, con seis muertos, entre ellos dos gendarmes, en la última semana.
Un estado de emergencia de 12 días en Nueva Caledonia
El pasado miércoles, el Gabinete presidencial declaró el estado de emergencia de un mínimo de 12 días en la isla, donde parte de la sociedad lleva mucho tiempo buscando la independencia de Francia, y envió rápidamente 1.000 efectivos para reforzar las Fuerzas de Seguridad, que perdieron el control de algunas zonas de la capital, Numea.
"Ante el estallido de violencia, la prioridad es el restablecimiento del orden para permitir la reanudación del diálogo en Nueva Caledonia", declaró Prisca Thevenot, portavoz del Gobierno. "La vuelta a la calma empieza a llegar. La situación no está totalmente normalizada, pero está mejorando. Lo tenemos claro: queda mucho por hacer antes de la vuelta a la normalidad. El Gobierno está totalmente movilizado", añadió.
Plan de acción para que se pueda circular por la autopista que lleva al aeropuerto internacional
Una de las prioridades de las autoridades francesas desde el fin de semana ha sido despejar la autopista al Aeropuerto Internacional de Nouméa - La Tontouta de barricadas y de vehículos calcinados, aumentando la perspectiva de que los turistas que permanecen atrapados en el territorio puedan regresar a sus países de origen. Australia y Nueva Zelanda enviaron aviones a Nueva Caledonia el martes para comenzar a llevar de vuelta a casa a algunos de sus nacionales que seguían en la isla.
La ministra australiana de Asuntos Exteriores, Penny Wong, señaló que Australia había recibido autorización de las autoridades francesas para realizar dos vuelos de evacuación. Horas después, un Hércules C-130 de la Real Fuerza Aérea Australiana aterrizó en Numea. El avión puede transportar a 124 pasajeros, según el Departamento de Defensa. "Seguimos trabajando en la organización de más vuelos", escribió Wong en la plataforma de medios sociales X, el martes.