La Nochebuena reúne a familias, pero también puede reactivar viejos conflictos. Psicólogos explican por qué aumentan las tensiones en estas fechas y ofrecen claves prácticas para evitar discusiones y gestionar los desacuerdos en la mesa navideña.
Para muchas personas, la Nochebuena es un momento mágico, lleno de calidez y ambiente festivo. Sin embargo, para algunas familias también puede convertirse en una fuente de estrés y de pequeñas discusiones. Los psicólogos advierten de que la época navideña, aunque marcada por la alegría de los reencuentros familiares, conlleva también un mayor riesgo de tensiones y conflictos.
"La Navidad tiene algo de paradójico. Por un lado, es una época de cercanía y calidez; por otro, es un periodo en el que aumenta el riesgo de tensiones familiares", señalan en un comunicado los psicólogos de la Universidad Médica de Silesia.
Según los expertos, las reuniones familiares actuales son muy distintas a las de hace décadas: las familias se ven con menos frecuencia, llevan estilos de vida diferentes y acumulan experiencias y puntos de vista divergentes.
"Cuando representantes de varias generaciones se sientan juntos a la mesa de Nochebuena, las tensiones pueden surgir con mucha facilidad", explican. Los psicólogos destacan además que, durante las fiestas, las personas tienden a regresar a roles familiares conocidos.
"Aunque en la vida diaria seamos adultos e independientes, en la cena de Nochebuena caemos automáticamente en viejos patrones: la hija mayor, el hermano pequeño o la persona que siempre se encarga de organizarlo todo", añaden.
Las cinco causas más comunes de discusiones en Nochebuena
- Regalos y expectativas diferentes: Los regalos deberían ser motivo de ilusión, pero las discrepancias sobre qué regalar, cuánto gastar o cómo presentarlo pueden generar pequeños roces.
- Conflictos y rencores del pasado: La Navidad suele sacar a la superficie viejas heridas familiares. Asuntos no resueltos pueden reaparecer en un ambiente cargado de emociones.
- Tradiciones y costumbres distintas: Cada familia celebra la Nochebuena a su manera. Las diferencias en la preparación de la comida, la decoración o la organización de la velada pueden provocar desacuerdos.
- Reparto de tareas en la cocina: La preparación de la cena requiere mucho esfuerzo. Cuando una persona siente que asume demasiadas responsabilidades, pueden surgir tensiones e irritación.
- Temas de conversación delicados: Pasar muchas horas juntos favorece la aparición de asuntos controvertidos, como la política, el dinero o la educación de los hijos, que pueden acabar en discusión.
Cómo evitar conflictos y gestionar los desacuerdos en Navidad
Como explica la psicóloga Ludmila Krawczyk en declaraciones a 'Euronews', la clave está en centrarse en el "aquí y ahora" y reducir las expectativas, tanto respecto a los regalos como al comportamiento de los familiares.
"Una actitud positiva y la apertura a dar y recibir, intentando ver la situación desde la perspectiva del otro, son fundamentales", señala la experta. "Muchos jóvenes evitan sentarse a la mesa familiar por cuestiones difíciles que, en realidad, no tienen que ver con la Navidad. Por eso, a veces merece la pena dejar ciertos temas a un lado", añade.
Los especialistas recuerdan que no es obligatorio responder a todas las preguntas incómodas. Una respuesta educada y breve, como "prefiero no hablar de eso hoy", puede ser suficiente. Poner límites no implica distanciarse, sino cuidar del propio bienestar emocional.
Por último, los psicólogos invitan a no perder de vista el simbolismo de estas fechas. "Si surge una discusión, merece la pena reconciliarse en la mesa de Navidad y no posponerlo", concluye Krawczyk. "Es un buen momento para encontrar espacio para el perdón y no empezar el nuevo año arrastrando conflictos".