Los productores locales afirman que las sandías maduraron en la región al mismo tiempo, lo que provocó un exceso en el mercado.
PUBLICIDADEn la ciudad de Dabuleni, en el sur de Rumanía, cientos de sandías llenan remolques y carros. Algunas irán al mercado para su venta, mientras que otras serán desechadas en la alcantarilla para pudrirse.
Un exceso de la fruta ha hecho bajar los precios este verano y ha dejado a los agricultores rumanos en la estacada. Antes, las sandías se vendían en este mercado por unos 50 céntimos. Ahora, los agricultores ni siquiera pueden venderlas por 0,15 céntimos.
"Por esta pido 70 bani (0,15 euros) y no me lo aceptan. Tengo cuatro toneladas (de sandías). Tiré un envío de otras cuatro toneladas", explica uno de los agricultores.
Los productores locales afirman que las sandías maduraron en la región al mismo tiempo, lo que provocó un exceso en el mercado.
"El año pasado, el precio fue mejor", añade un productor de sandías de la región.
Los clientes están contentos
Para los clientes en el mercado, sin embargo, poder comprar sandías y melones tan baratos es una gran ventaja: "El precio está bien y las sandías son muy buenas". Los compradores disfrutan del producto, pero también lamentan cómo los precios están afectando a los productores.
"El granjero trabaja y tiene que recuperar su dinero", dice una de las clientas del mercado. En la región de Dabuleni se produce el 16% de los melones y las sandías del país, según datos del Gobierno.
Muchos lugareños esperan que la próxima temporada dé más frutos financieros.