Los altos precios de seguros, combustible y fertilizantes han llevado a que este lunes, bloqueran los accesos al puerto de Constanza y a la ciudad de Brasov.
Decenas de camiones interrumpieron una vez más el tráfico rodado en puntos clave de la red de carreteras rumana. Gobierno y asociaciones de agricultores se reunieron el lunes. Después de horas de discusiones, con el ministro de Agricultura el primer ministro Marcel Ciolacu aseguró que la mayoría de las demandas se habían cumplido.
Los manifestantes no estaban de acuerdo como explicó el granjero Danut Andrus, líder de las protestas campesinas: "Este grito de desesperación nuestro no se refiere sólo a la agricultura y al transporte. Hay medidas que pedimos para la protección de nuestras empresas, para la protección de la sociedad civil, para nuestra protección como rumanos".
En las calles exigieron una reunión con el primer ministro, en lugar de con el ministro de Agricultura, para buscar soluciones. El primer ministro garantizó que el grano procedente de Ucrania estaría solo de paso sin que pudiera venderse en el interior de Rumanía.