Turquía, que comparte una frontera de 910 kilómetros con Siria, es considerado un aliado clave de su nueva Administración.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, recibió el martes en el palacio presidencial de Ankara (Turquía) al presidente interino de Siria, Ahmed al-Sharaa, para hablar sobre la recuperación económica de Siria y su seguridad y estabilidad. En una conferencia de prensa conjunta tras la reunión en el palacio presidencial, Al-Sharaa dijo que Turquía y Siria estaban planeando una "estrategia conjunta" para abordar las amenazas de seguridad a ambos países. "Discutimos las amenazas que impedirían la unidad de las tierras sirias en el noreste de Siria", dijo el exlíder rebelde.
Una de las amenazas a Turquía es la presencia de fuerzas lideradas por los kurdos en el norte de Siria. Turquía considera a las milicias kurdas sirias, que forman parte de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), aliadas de Estados Unidos y lideradas por los kurdos, como una extensión del prohibido Partido de los Trabajadores del Kurdistán. Están presionando para que el grupo se disuelva, y los combatientes respaldados por Turquía están luchando contra las FDS en un intento de expulsar a las milicias kurdas de la frontera turca.
"También discutimos la necesidad de ejercer presión internacional sobre Israel para que se retire de la zona de amortiguación en el sur de Siria e implemente el acuerdo de 1974", añadió.
Al-Sharaa fue nombrado presidente interino la semana pasada. Era el exlíder de la organización Hayat Tahrir al-Sham (HTS), que lideró a los insurgentes que derrocaron al presidente Bashar Al-Assad en diciembre. Fue su segundo viaje internacional, después de su reciente visita a Arabia Saudita a principios de este mes. Al-Sharaa fue recibido por Erdoğan y un pequeño grupo de guardias de honor en la entrada del palacio presidencial. Fue una ceremonia discreta en comparación con las visitas de otros jefes de estado, que generalmente son recibidos con bandas militares y tropas escoltándolos.
Turquía apoyó firmemente a los grupos que se oponían a Al-Assad durante la guerra civil de 13 años, y por lo tanto se la considera un aliado clave para la nueva administración. Turquía, que comparte una frontera de 910 kilómetros con Siria, también ha acogido al mayor número de refugiados sirios tras el estallido de la guerra en 2011, recibiendo a más de 3,8 millones de personas en su punto máximo en 2022.