Noshir Gowadia es uno de los principales ingenieros del proyecto estadounidense de construcción del bombardero furtivo antiradares Northrop B-2 Spirit, que el Ejército utilizó para atacar las instalaciones nucleares iraníes de Fordow, Natanz e Isfahan.
Noshir Sheriarji Gowadia, ingeniero nacido en la ciudad india de Bombay, ha sido condenado a 32 años de prisión en la cárcel de máxima seguridad de ADX Florence en el estado de Colorado, conocida como el 'Alcatraz de las Rocosas', la célebre prisión donde está encarcelado El Chapo, por pasar información militar clasificada a países extranjeros.
Gowadia nació en la India en 1944 y se convirtió en ciudadano del país tras emigrar a Estados Unidos. Trabajó en Northrop Corporation, fabricante de cazas B-2, de 1968 a 1986, y desempeñó un papel clave en el diseño del sistema propulsor y en las tecnologías que hicieron que el bombardero fuera indetectable frente a los misiles térmicos y los radares. Más tarde trabajó para el Gobierno estadounidense como contratista hasta 1997.
Tras dejar Northrop, Gowadia fundó su propia empresa de consultoría y comenzó a capacitar y proporcionar información técnica a países extranjeros. Puso a disposición de países como China, Alemania, Israel y Suiza la información confidencial que había obtenido durante años trabajando en proyectos de alto secreto. El caso más importante fue la transferencia a China de tecnología relacionada con el sistema de escape B-2, que ocultaba el calor, lo que ayudó a desarrollar misiles de crucero que evaden los radares en el país.
Su arresto y el juicio
Agentes federales estadounidenses inspeccionaron la lujosa casa de Noshir Gowadia en Hawái en 2005 y encontraron pruebas que demostraban que había enviado información clasificada a al menos ocho países. Se le acusó de viajar a China entre 2003 y 2005 y de participar secretamente en el desarrollo de la tecnología Stilth para evitar el uso de radares para los misiles del país. Además, recibió importantes sumas a cambio de esta información y gastó parte de ella en la compra de propiedades y la construcción de una casa palaciega.
Noshir Gowadia se enfrentaba a más de una docena de cargos que incluían espionaje, violación de la Ley de Control de Exportación de Armas y lavado de dinero. Los fiscales dijeron que sus acciones pusieron en peligro la seguridad nacional estadounidense. Tras un largo juicio en 2010, un jurado lo declaró culpable de 14 de los 17 cargos, y un juez federal lo sentenció a 32 años de prisión. Actualmente cumple su condena en una prisión de máxima seguridad en el estado de Colorado.
La información que Noshir Gowadia transmitió a China y otros países desempeñó un papel importante en el desarrollo de tecnologías de evasión de radares y misiles de crucero en esos países, según los expertos. "Lo que hice fue espionaje y traición", admitió Gowadia ante el tribunal. El caso se considera uno de los casos de espionaje industrial y militar más impresionantes de la historia de Estados Unidos.