Dos marines estadounidenses están desaparecidos y otros dos resultaron heridos tras un ataque al granelero griego Eternity C en el mar Rojo, atribuido a los rebeldes hutíes de Yemen. La ofensiva incluyó drones y pequeñas embarcaciones.
Dos marines están desaparecidos y otros dos han resultado heridos tras un ataque a un buque en el mar Rojo atribuido a los rebeldes hutíes de Yemen. El asalto al granelero Eternity C, de propiedad griega, comenzó el lunes por la noche, cuando fue atacado por hombres en pequeñas embarcaciones y por drones portadores de bombas mientras se dirigía hacia el Canal de Suez, según informó la misión antipiratería de la UE, también conocida como Operación Atalanta.
La tripulación del buque está compuesta por 21 filipinos y un ruso, además de tres miembros del personal de seguridad, añadió la fuerza de la UE. El Eternity C sigue "rodeado de pequeñas embarcaciones y es objeto de continuos ataques", declaró el martes el Centro de Operaciones de Comercio Marítimo del Reino Unido.
Aunque los hutíes, un grupo rebelde que controla gran parte del norte y el oeste de Yemen, incluida la capital, Saná, no han reivindicado el ataque, el Gobierno yemení en el exilio y la fuerza de la UE responsabilizaron a los rebeldes del ataque. El último asalto en el mar Rojo se produjo poco después de que los hutíes afirmaran haber hundido otro barco, contra el que atentaron en la misma zona el domingo.
El Magic Seas, que al igual que el Eternity C navega bajo bandera liberiana pero es de propiedad griega, se encontraba a unos 100 kilómetros al suroeste del puerto yemení de Hodeida, controlado por los hutíes, cuando fue atacado. Obligados a abandonar el buque, sus 22 tripulantes fueron rescatados por un buque de Abu Dhabi Ports.
Los hutíes intensifican los ataques pese al intento de alto el fuego
Yahya Saree, portavoz militar de los hutíes, dijo que el grupo había llevado a cabo el ataque contra el Magic Seas. Posteriormente afirmó que se había hundido. Los acontecimientos en el importante corredor marítimo coinciden con un momento delicado en Oriente Próximo, mientras el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, intenta mediar para lograr un alto el fuego en Gaza.
Poco después de iniciar su segundo mandato en enero, Trump comenzó una serie de ataques contra los hutíes, que habían atacado a más de 100 buques mercantes en el mar Rojo entre noviembre de 2023 y enero de 2025 en respuesta a la guerra de Israel en Gaza.
Los ataques de los hutíes durante ese periodo hundieron dos de los barcos y mataron a cuatro marineros, y redujeron fuertemente el flujo del comercio marítimo a través del mar Rojo, por el que suelen circular mercancías por valor de un billón de dólares al año (unos 853 millones de euros).
La Administración Trump anunció en mayo que pondría fin a sus ataques contra los hutíes, diciendo que habían acordado dejar de atacar a los buques comerciales. Desde entonces, Israel y los hutíes han seguido lanzándose misiles mutuamente.