El plan E1, una extensión abierta de terreno al este de Jerusalén, había sido congelado por anteriores administraciones estadounidenses al vulnerar el Derecho internacional y separar las ciudades cisjordanas de Belén y Ramala.
Benjamín Netanyahu sigue adelante con su plan de expandir los asentamientos israelíes en territorio palestino. "No habrá un Estado palestino", ha declarado Netanyahu este jueves durante una visita al asentamiento de Maale Adumim, en Cisjordania. "Este lugar nos pertenece. Salvaguardaremos nuestro patrimonio, nuestra tierra y nuestra seguridad. Vamos a duplicar la población de la ciudad".
El Comité Superior de Planificación de Israel dio su aprobación final al proyecto del asentamiento E1 en Cisjordania, ocupado en agosto. Esta extensión de terreno al este de Jerusalén ha estado en estudio durante más de dos décadas, pero se congeló debido a la presión de Estados Unidos durante anteriores administraciones. La ocupación israelí de territorios palestinos es ilegal según el Derecho internacional.
El año pasado, la Corte Penal Internacional declaró en una sentencia histórica que Israel debía poner fin a las actividades de asentamiento en Cisjordania y Jerusalén Este y a su ocupación de esas zonas, así como de Gaza, lo antes posible.
El ministro israelí de Hacienda de extrema derecha, Bezalel Smotrich, antiguo dirigente de los colonos y actualmente sancionado por países como Países Bajos, Reino Unido y España, calificó la aprobación como un "reproche" a los países occidentales que anunciaron sus planes de reconocer a Palestina como una nación soberana.
"El Estado palestino está siendo borrado de la mesa no con eslóganes, sino con hechos", afirmó Smotrich. "Cada asentamiento, cada barrio, cada vivienda es un clavo más en el ataúd de esta peligrosa idea".
En una publicación en X, el ministro británico de Asuntos Exteriores, David Lammy, ha condenado la aprobación del proyecto E1, reiterando que supone una "flagrante violación del Derecho internacional". Su homólogo alemán, Josef Hinterseher, también ha condenado la medida durante una rueda de prensa. "La posición del Gobierno federal es clara: rechazamos enérgicamente esta aprobación".
La ubicación de E1 es significativa porque es uno de los últimos enlaces geográficos entre las principales ciudades cisjordanas de Ramala, en el norte, y Belén, en el sur. Las dos ciudades están separadas por 22 kilómetros, pero los palestinos que viajan entre ellas deben dar un amplio rodeo y pasar por múltiples puestos de control israelíes, invirtiendo horas en el trayecto.
El Gobierno de Netanyahu acelera así su expansión ilegal de los asentamientos israelíes mientras la atención del mundo se centra en la invasión de Gaza. También han aumentado notablemente los ataques de colonos israelíes armados hacia los palestinos, los desalojos de municipios cisjordanos, las operaciones militares y los puestos de control que coartan la libertad de circulación de la población.