La crisis en el mercado de combustibles se extiende, las refinerías necesitan reparaciones más frecuentes debido a los ataques con drones de las Fuerzas Armadas de Ucrania.
El Kremlin ha extendido hasta finales de este año la prohibición vigente sobre la exportación de gasolina y, por el mismo período, introducirá una prohibición sobre la exportación de combustible diésel para no productores.
El viceprimer ministro de Rusia, Alexander Novak, declaró que "esto permitirá proveer adicionalmente al mercado con productos petrolíferos". La exportación de gasolina estará prohibida para todos los participantes, excepto para los suministros según acuerdos intergubernamentales.
Últimamente, el mercado ha experimentado una creciente escasez de combustible, aumentando el número de regiones donde se imponen restricciones a la venta de gasolina, y su precio ha alcanzado récords históricos. Las interrupciones en el suministro ya han afectado a áreas centrales, incluyendo Moscú y Leningrado.
El presidente de la Unión Independiente de Combustibles (NTS), Pavel Bazhenov, informó al periódico 'Izvestia' que la situación afecta principalmente a Rusia Central, el sur del país, el Volga y el Lejano Oriente. Según la versión oficial, los problemas son causados por la demanda estacional y las reparaciones en las refinerías.
Sin embargo, en el contexto de los ataques diarios de las fuerzas armadas ucranianas, parece que los objetos de la industria de refinación de petróleo deben ser reparados con mayor frecuencia, lo que reduce la producción, una situación que ya sienten los consumidores, que esperan en largas filas en las gasolineras.
El miércoles, drones ucranianos atacaron nuevamente la refinería de petróleo Gazprom Neftekhim Salavat en Bashkortostán, ubicada a 1.500 km de la línea del frente. El viernes, drones de las fuerzas ucranianas atacaron por segunda vez en un mes la refinería Afipsky en el krai de Krasnodar, en el sur de Rusia.
En las últimas semanas, Ucrania ha intensificado los ataques contra la industria petrolera rusa, lo que ha provocado la suspensión de operaciones en algunas plantas y ha contribuido a la escasez de gasolina en el país.
Según cálculos de Reuters, los ataques ucranianos han dejado fuera de servicio al menos el 17% de la capacidad de refinación de petróleo de Rusia, equivalente a 1,1 millones de barriles por día.
El economista ruso Vladislav Inozemtsev declaró a 'Euronews' que la estrategia de Kiev de atacar la industria petrolera rusa es "lo más efectivo que puede hacer Ucrania" para dañar la maquinaria bélica rusa.