¿Cómo llega la electricidad a los enchufes y el agua a los grifos? ¿O adónde va la basura que tiramos? Estas preguntas fueron respondidas en la sexta edición de la Noche de las Centrales Eléctricas.
El viernes por la noche, un total de 5.000 visitantes recorrieron 80 instalaciones en todo el país, lugares a los que el resto del año solo pueden acceder los empleados bajo estrictas medidas de seguridad.
Los organizadores del evento señalaron en la inauguración que es importante que los usuarios conozcan las tecnologías y desarrollos modernos que contribuyen a la seguridad energética de sus hogares.
Attila Steiner, secretario de Estado responsable de energía, declaró a 'Euronews': "Muchas personas piensan que una planta de energía es una instalación sucia, en ruinas y peligrosa, a la que no se puede entrar fácilmente. Este día de puertas abiertas ofrece a todos la oportunidad de ver con sus propios ojos que en muchos casos usamos tecnología de alta tecnología para garantizar el suministro".
Este año, más empresas de generación de energía y servicios públicos se unieron a la Noche de las Centrales Eléctricas que nunca antes en Hungría. Los visitantes pudieron recorrer una refinería de petróleo, un embalse y un túnel subterráneo de 7 kilómetros, todo ello con guías locales.