La Audiencia de Valencia ha estimado un recurso y obliga a testificar a Maribel Vilaplana, quien almorzó con Carlos Mazón el 29 de octubre durante las riadas. El tribunal considera que puede aportar información relevante sobre la toma de decisiones ese día crucial.
La decisión de la Audiencia de Valencia supone un giro en la investigación judicial sobre la gestión de la DANA. En mayo, la jueza de Catarroja Nuria Ruiz había rechazado citar a Maribel Vilaplana como testigo, argumentando que su declaración "desplazaba sustancialmente" el objeto de la investigación hacia la actuación del presidente valenciano. La magistrada consideraba entonces que, al tratarse de un aforado que no es parte del procedimiento, indagar sobre la localización y actuación de Mazón durante ese día excedía el ámbito de la causa.
Sin embargo, el tribunal superior ha estimado ahora el recurso presentado por una acusación particular, determinando que la periodista puede "aportar información relevante" sobre el proceso de toma de decisiones durante las horas más críticas de la tragedia que asoló la provincia valenciana.
La carta que cambió el rumbo de la investigación
El factor determinante para el cambio de criterio ha sido la carta que la propia Vilaplana difundió en septiembre, documento que fue incorporado al procedimiento judicial. En esa misiva de tres páginas, la periodista rompía su silencio sobre aquella comida en el restaurante El Ventorro y ofrecía detalles sobre el comportamiento del presidente de la Generalitat durante el encuentro.
Según relató Vilaplana, Mazón "no le trasladó ninguna inquietud" durante el almuerzo, a pesar de que se produjera en plenas horas críticas de las inundaciones. "En un momento de la comida, el presidente empezó a recibir llamadas que interrumpieron nuestra conversación", explicaba la periodista, quien aseguraba haber permanecido "completamente ajena a esas comunicaciones". Vilaplana insistía en que no preguntó, no participó ni conoció el contenido de aquellas llamadas, y que el presidente tampoco le transmitió preocupación alguna al respecto
.No obstante, la Audiencia Provincial concluye que descartar la posibilidad de que la comunicadora, "en sede judicial, con las exigencias y características propias de una diligencia procesal, pudiera ofrecer elementos de interés a los que no hizo referencia en la carta que publicó, se revela precipitado".
El auto de apelación subraya que "no se puede descartar que, interrogada en las condiciones y con las garantías del proceso penal, pueda ofrecer detalles o matices que pudieran resultar de interés para la investigación". Además, el tribunal considera que su testimonio "podría ofrecer información que solo ella, el presidente de la Generalitat y sus interlocutores podrían conocer".
Qué podrá declarar Vilaplana y las implicaciones para Mazón
La Audiencia delimita claramente el objeto de la declaración de Vilaplana como testigo. Su testimonio se centrará en lo que "pudiera conocer de lo que el president de la Generalitat dijera al comunicarse telefónicamente con la entonces consellera de Interior y Justicia", Salomé Pradas, única investigada en la causa hasta el momento junto a su número dos, Emilio Argueso.
También entrarían en la testifical los "comentarios" que el jefe del Consell "pudiera hacer a raíz de dichas conversaciones" o de "todo aquello que hubiera conocido a lo largo del tiempo que compartió con el president la tarde del 29 de octubre de 2024 sobre la reunión del Cecopi", entre otras cuestiones.
La Sala coincide con la magistrada de Catarroja en que Mazón, por su condición de aforado, "queda fuera del ámbito subjetivo de la investigación que dirige", pero matiza que ello "no obsta para que deban practicarse diligencias que resulten pertinentes y de utilidad a la investigación".
El tribunal abre, no obstante, una puerta: "De momento, procede avanzar en la investigación y solo en el caso de que la juez de Instrucción detectara la concurrencia de indicios reforzados, fundados, de criminalidad contra el president y, elevada la exposición razonada, el TSJ compartiera la valoración de la juez, cabría extender el ámbito subjetivo de la investigación al mismo y sería el Tribunal Superior de Justicia el órgano competente para ello".
De la comida de trabajo a la oferta de la televisión autonómica
En los días posteriores a la riada, una de las preguntas más repetidas era dónde estaba Mazón en las horas más determinantes del desastre. "Estuve comunicado todo el rato personalmente con todo lo que ocurría", aseguró el presidente valenciano, que negó que estuviera en una comida privada. "¿Cómo se puede decir que estaba en un cumpleaños? No, lo desmiento categóricamente", insistió en declaraciones a los periodistas, a quienes reiteró que se trataba de "un almuerzo de trabajo y ya está".
El nombre de Maribel Vilaplana saltó a los medios apenas una semana después de la catástrofe que se cobró la vida de 229 personas aquella tarde de octubre. Ese elmuerzo de trabajo era en realidad una comida organizada en el restaurante El Ventorro, cercano al céntrico Palau de la Generalitat, con Vilaplana para ofrecerle la dirección de la televisión autonómica valenciana.
Una información que la periodista ha reconocido parcialmente en la carta que ha remitido a los medios: "Durante la conversación se me plantearon varias opciones, entre ellas presentar una candidatura a un cargo en la televisión autonómica, que rechacé de forma clara por convicción personal y profesional". Su testimonio ante el tribunal podría ahora aclarar definitivamente qué ocurrió durante aquellas horas críticas y qué conocía el presidente sobre la evolución de la emergencia mientras permanecía en el restaurante.