Sánchez abandona la Cámara Alta sin pena ni gloria tras más de cuatro horas de intercambios políticos que, más allá de exhibir las demandas de las diferentes formaciones, no han arrojado nuevas pistas sobre los presuntos casos de corrupción que asolan al PSOE.
Diferentes patas del Gobierno de coalición -tanto dentro como fuera del Senado- han salido en tromba a criticar la comisión de investigación hacia Pedro Sánchez por los presuntos casos de corrupción que asolan al Partido Socialista y a su figura como secretario general.
La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha acusado al PP de convertir el Senado en un "auténtico lodazal", denunciando que la oposición del Partido Popular utiliza su mayoría absoluta en el Senado para convertirlo en un "plató televisivo" que "degrada la democracia y las instituciones". Patxi López, portavoz de los socialistas en el Congreso ha añadido que "el PP lo ha vuelto a conseguir. Ha hecho que todo el mundo sepa que usa el Senado como un instrumento al servicio de su estrategia de fango y ruido".
El propio Sánchez ha expresado durante su intervención, al menos en cinco ocasiones, su parecer sobre el intercambio que ha mantenido con los representantes de los grupos parlamentarios que lo han interpelado: "Esto es un circo".
El hito más importante de la sesión, de cuatro horas aproximadas de duración, ha llegado recién comenzada la jornada, durante la intervención inicial de la portavoz de la Unión del Pueblo Navarro. María Caballero, muy dura en sus intervenciones, ha preguntado hasta en cinco ocasiones al presidente si ha recibido ingresos en metálico por parte de su partido. Sánchez, que ya dejó caer esta posibilidad en una entrevista anterior con la 'Cadena SER', ha confirmado los hechos en sede parlamentaria.
"El efectivo de caja procede de las cuentas del partido, y su uso es perfectamente legal y común en nuestro país; se reserva a gastos de manutención, desplazamientos y siempre con justificantes", ha defendido Sánchez. Este también ha negado conocer al empresario Antxón Alonso, dueño de la empresa Servinabar investigada por sus vínculos presuntamente corruptos con el exsecretario de Organización y presidiario provisional, Santos Cerdán.
No ha sido el único empresario al que Sánchez niega conocer: casi cuatro horas más tarde, el socialista negaba haber tenido trato personal o profesional con Víctor de Aldama. Este último está involucrado en la trama de hidrocarburos por la que se investiga al Ministerio de Transportes durante la etapa de José Luis Ábalos. Aldama se encuentra en libertad cautelar tras la decisión de un juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, quien consideró que había colaborado con la Justicia tras su admisión de delitos.
Varios senadores han tratado de dilucidar, una vez reconfirmada la utilización de pago en efectivo en el seno del PSOE, cuántas cantidades se manejaron entre el partido y el presidente. Sánchez sí ha confirmado ante María Caballero que fueron, en cualquier caso, menos de 1.000 euros.
El artículo séptimo de la ley 7/2012 de 29 de octubre de lucha contra el fraude establece que, por norma general, "no pueden pagarse en efectivo operaciones en las que alguna de las partes intervinientes actúe en calidad de persona titular de la empresa o profesional, con un importe igual o superior a 1.000 euros".
Otra de las grandes incógnitas que rodea al caso Koldo es si el presidente tuvo conocimiento de la actividad delictiva de Jose Luis Ábalos antes de que estallase el caso a través de los medios de comunicación.
Sánchez prescindió de quien era considerado uno de sus principales apoyos políticos en 2021 de forma sorpresiva durante una crisis de Gobierno. Fue Ábalos, al fin y al cabo, quien leyó el discurso de la moción de censura que le encumbró a la presidencia y quien le acompañó durante el proceso de primarias de 2017 que le hizo ganar la secretaría general. Los medios de comunicación nunca recibieron una respuesta satisfactoria sobre su marcha del Consejo de Ministros.
Por ello, la oposición sostiene que Sánchez sí podría haber tenido indicios de una posible comisión de delitos por parte de Ábalos, de su mano derecha, Koldo García, y del entramado generado en el seno del Ministerio de Transportes, que cuenta con uno de los mayores presupuestos en el Gobierno de España. El presidente, además, rescató al político valenciano para las listas del Congreso de 2023. Poco después estallaron los primeros indicios contra García, que desencadenaron el resto de la trama.
"Efectivamente", ha admitido el presidente, "la responsabilidad política de nombrar a José Luis Ábalos como secretario de Organización recae en mí".
Varias intervenciones más amables (los portavoces de Compromís, Sumar o los propios socialistas) han permitido explayarse a Sánchez sobre su principal línea de defensa: hay una trama política, jurídica y mediática destinada a amplificar una realidad que no existe, siempre según la versión del presidente, en contraposición con los casos de corrupción de la oposición del Partido Popular.
"¿Qué dirían algunos sobre mí, si mi Administración hubiera dado un millón y medio de euros a una determinada empresa y mi hermana hubiera cobrado una comisión de 800.000 euros por la adquisición de mascarillas y si el presidente de ese partido lo denuncia y lo que hace la organización no es ir a pedir cuentas a la presidenta, sino destituir al principal líder de este partido?", ha esgrimido Sánchez.
Aunque no ha sido el único en hacerlo, la intervención del 'popular' Alejo Miranda de Larra ha estado plagada de referencias a otras cuestiones políticas alejadas del asunto que atañía a la comisión. El presidente de la comisión, Eloy Suárez, ha tenido que llamar la atención en numerosas ocasiones a los senadores para que se ciñesen al caso Koldo.
Muchos de los parlamentarios, sin embargo, también han criticado a Sánchez por desviarse excesivamente de las preguntas que le estaban formulando y no contestar al contenido de las mismas. "¿Tendría inconveniente en presentar pagos en efectivo?", le preguntaba en un momento Miranda de Larra. "Mi sueldo es absolutamente transparente, a diferencia del jefe de la oposición", le respondía Sánchez.
En otro hito de su comparecencia, el secretario de organización del PSOE ha asegurado ante el senador 'popular' que no recuerda cuándo fue la última vez que cobró en metálico. "El PP lleva un año y medio buscando algo que no va a encontrar en esta comisión. Solo hay una Gürtel, lleva el logo del PP y la calle es Génova 13. Es la verdad que no pueden soportar", ha concluido Pedro Sánchez en su intervención final.