Hungría importará combustible nuclear de Estados Unidos y también adoptará la tecnología de las centrales nucleares modulares. Estados Unidos levantará las sanciones a Paks 2 y a la importación de gas a Hungría.
Hungría ha recibido una exención total y limitada en el tiempo de las sanciones de Estados Unidos para el gasoducto Turkish Stream y el oleoducto de la Amistad, según anunció el viernes en Washington el primer ministro, Viktor Orbán, tras mantener conversaciones con el presidente estadounidense, Donald Trump.
Ambas partes acordaron que la empresa estadounidense Westinghouse se incorpore a la industria nuclear húngara. Hungría será el primer país en comprar combustible nuclear a Estados Unidos. A esto le seguirá la transferencia de tecnología para centrales nucleares modulares, con la legislación necesaria que se presentará al Parlamento húngaro ya la próxima semana. Estados Unidos también ayudará en la gestión del combustible gastado.
Se levantarán las sanciones impuestas por EE.UU. a Paks 2. Se impusieron bajo la administración Biden, pero Hungría obtuvo una exención temporal. Sin embargo, a partir de ahora no habrá exención temporal, sino que se levantarán las sanciones, por lo que desde luego no serán un obstáculo para la construcción de la central nuclear.
Según el primer ministro húngaro, Trump y él acordaron durante las conversaciones que en el futuro llegarán más inversiones estadounidenses a Hungría. EE.UU. también reforzará la cooperación militar con Hungría, y Orbán dijo que los militares húngaros tendrán acceso a la última tecnología militar.
Orbán dijo que los líderes de dos Estados aliados habían mantenido conversaciones en Washington y no habían encontrado con Trump ni un solo punto en el que los intereses de ambos países estuvieran en conflicto.
El primer ministro ofreció su rueda de prensa posterior a la reunión junto a Péter Szijjártó. El ministro de Asuntos Exteriores anunció que las empresas espaciales húngaras también participarían en la construcción de una nueva estación espacial comercial, sobre la que ya se había alcanzado un acuerdo con Voyager Technologies.
Orbán dice que sería un milagro que Ucrania ganara la guerra
En principio, Orbán tenía previsto llegar a la Casa Blanca a las 17:30, hora húngara, pero el programa se retrasó una buena hora. Trump recibió al primer ministro húngaro a las puertas de la residencia presidencial y le calificó de líder excepcional.
Poco después, las delegaciones húngara y estadounidense se sentaron a almorzar. Varios ministros de Orbán le acompañaron al almuerzo de trabajo, pero Donald Trump llegó acompañado de ministros y del vicepresidente JD Vance. Pero antes de que se les sirviera, los periodistas tuvieron la oportunidad de hacer largas preguntas.
En respuesta a una pregunta, Trump dijo que no a todo el mundo le gusta Viktor Orbán, pero que todo el mundo le respeta por su política de refugiados, y que a él le gusta y respeta el primer ministro húngaro. En un momento dado, Trump se dirigió a Orbán cuando hablaba de poner fin a la guerra en Ucrania y le hizo la pregunta: "¿está diciendo que Ucrania no puede ganar?". "Pueden ocurrir milagros", respondió Orbán.
En la rueda de prensa también se habló de la cumbre Trump-Putin en Budapest. El presidente estadounidense dijo que había cancelado la reunión porque no creía que fuera a producir ningún resultado significativo. Pero si la situación cambia, estará encantado de reunirse con Putin en Budapest.
En cuanto al presidente ruso, Orbán dijo que tenía algunas ideas sobre cómo presionar a Vladímir Putin y que las compartiría con Trump.
Alrededor de las 20:30, hora húngara, el ministro de Asuntos Exteriores, Péter Szijjártó, publicó en su página de Facebook unas fotos suyas y del secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, firmando documentos. Szijjártó comentó las imágenes afirmando que "el suministro energético húngaro está asegurado", pero en ese momento no se sabía exactamente qué acuerdos se habían alcanzado.
Temas energéticos clave en la agenda
Orbán viajó a Washington el jueves, acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores, Péter Szijjártó, el ministro de Construcción y Transportes, János Lázár, Balázs Orbán, director político del primer ministro, János Máté, jefe de prensa del primer ministro, y Marcell Bíró, principal asesor de seguridad nacional del primer ministro. Acompañaban a la delegación varios líderes empresariales, algunas personalidades influyentes en política, como el podcaster Cs. Tamás Király, que recientemente permitió a Sergei Lavrov denunciar la propaganda rusa durante una entrevista.
El objetivo de la visita a Washington era tratar de persuadir a Donald Trump para que exima a Hungría de las sanciones a la industria petrolera rusa. 'Bloomberg' informó el viernes por la tarde (viernes por la mañana, hora estadounidense) de que podrían alcanzarse varios acuerdos concretos entre Estados Unidos y Hungría, el más llamativo de los cuales es que se espera que el Gobierno húngaro firme un contrato por valor de 100 millones de dólares, o 33.500 millones de forints, con Westinghouse Electric Co. de América, para comprar combustible nuclear. La información resultó ser cierta más tarde.
El acuerdo podría reestructurar un poco la situación de Paks 2, ya que antes se pensaba que el combustible lo proporcionarían los rusos, así como el préstamo para financiar el proyecto. Péter Szijjártó también habló del acuerdo el viernes por la mañana.
La fuente estadounidense de 'Bloomberg' dijo al periódico que está sobre la mesa un acuerdo para que Hungría compre gas natural licuado estadounidense por valor de 600 millones de dólares durante los próximos cinco años, pero 'Bloomberg' afirma que los detalles de ese contrato aún no se han concretado del todo. Orbán no mencionó este posible acuerdo en su rueda de prensa.