Javier Aureliano García Molina ha dejado la presidencia de la Diputación de Almería pocos días después de ser detenido en una operación de la UCO por presunta malversación. La institución asegura que su renuncia es voluntaria.
Javier Aureliano García Molina ha renunciado este viernes a la presidencia de la Diputación de Almería apenas unos días después de ser detenido por presunta malversación. El pasado 18 de noviembre, agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil detuvieron a García Molina, así como al vicepresidente de la institución, Fernando Giménez, y al alcalde de la localidad de Fines, también gobernada por el Partido Popular.
Según un comunicado emitido por la Diputación, su renuncia ha sido una decisión voluntaria para poder centrarse en su defensa. "La decisión de la renuncia la toma el que ha sido presidente de la institución en los últimos seis años desde el convencimiento de su inocencia y la libertad de que este paso al frente facilitará la vuelta a la normalidad de la actividad institucional, así como del desarrollo que la provincia ha experimentado en estos años".