Decenas de miles de personas protestaron en la capital búlgara contra el presupuesto, que ya ha sido retirado para su revisión, y la corrupción, terminando con una minoría enmascarada lanzando objetos a la Policía, prendiendo fuego a papeleras y rompiendo escaparates.
Decenas de miles de personas salieron a la calle en la capital búlgara para protestar contra el plan presupuestario del Gobierno para 2026 y la corrupción. En la protesta de Sofía, en la que participaron sobre todo jóvenes, se exigió al Gobierno que modificara el proyecto o dimitiera.
Grupos más pequeños marcharon hacia las sedes de los principales partidos del gobierno. Manifestantes enmascarados se enfrentaron a la Policía, incendiaron contenedores de basura y destrozaron coches policiales.
El Gobierno ya había anunciado el 28 de noviembre que revisaría el proyecto de presupuesto, una subida de impuestos que desató la ira de los manifestantes en el segundo país más corrupto de Europa, después de Hungría.
La medida fue anunciada por el líder del partido gobernante GERB, Boiko Borisov, que pidió al Gobierno que restableciera el diálogo entre patronal y sindicatos. Bulgaria se prepara para entrar en la eurozona a principios del año que viene y muchos temen que ello suponga una subida masiva de precios en el país más pobre de la UE.