Tras una primera reacción espectacular, los mercados enfrían sus expectativas respecto al pacto para reducir la producción de petróleo y estabilizar su precio al…
Tras una primera reacción espectacular, los mercados enfrían sus expectativas respecto al pacto para reducir la producción de petróleo y estabilizar su precio al alza.
El acuerdo de la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP) prevé una reducción de 750.000 barriles diarios (bpd) hasta los 32,5 millones.
El presidente de la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Mohamed al Sada, señalaba desde Argel: “Necesitábamos acelerar el proceso de reequilibrio del mercado, compartiendo la carga del ajuste de la producción tanto en los en países de la OPEP como en los principales países que no pertenecen a la Organización y que han manifestado su voluntad de cooperar”
Sin embargo, este acuerdo presentado como histórico tiene mucha letra pequeña. Tanta que tras la subida del 6% registrada el miércoles, el crudo tipo Brent sufría para mantenerse en los 49 dólares y el tipo Texas en los 47 dólares el barril.
“Hay un cierto escepticismo en el sentido de que esta reducción de la producción se aplicará en base a una coyuntura del pasado. Y, por supuesto, a todo esto hay que añadir si van a participar y en qué medida los países que no forman parte de la OPEP, especialmente Rusia”, explica el analista Richard Hunter, jefe de investigación de Wilson King Investment Management.
Todos los países cuya economía depende de la venta de su petróleo llevan dos años sufriendo una sangría enorme en sus cuentas públicas. El crudo bajo por un exceso de oferta está provocando graves problemas, por ejemplo, en Venezuela o Angola.
El caso es que de momento los mercados recelan de las medidas anunciadas.