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La colaboración con DeepSeek eleva las acciones de BYD a máximos históricos

Archivo: Un modelo de BYD Atto 3 expuesto durante su acto de presentación en Yakarta, Indonesia, el 18 de enero de 2024.
Archivo: Un modelo de BYD Atto 3 expuesto durante su acto de presentación en Yakarta, Indonesia, el 18 de enero de 2024. Derechos de autor  Achmad Ibrahim/AP
Derechos de autor Achmad Ibrahim/AP
Por Eleanor Butler
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La empresa china BYD está implantando un avanzado sistema de conducción autónoma en todos sus coches, denominado 'Ojo de Dios'.

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Las acciones de BYD alcanzaron un máximo histórico este miércoles después de que el fabricante de vehículos eléctricos anunciara a principios de semana una colaboración con la empresa de inteligencia artificial DeepSeek.

El fabricante chino de vehículos eléctricos, principal competidor de Tesla, dijo que implantaría un sistema de conducción autónoma en todos sus modelos, desde los más baratos hasta los más exclusivos. El fundador de BYD, Wang Chuanfu, declaró el lunes que su empresa pretendía que la conducción autónoma dejara de ser un lujo para convertirse en un elemento de seguridad habitual.

La nueva tecnología, bautizada como 'Ojo de Dios', estará disponible en coches de tan solo 69.800 yuanes (9.200 euros). BYD dijo que integraría el software de IA de DeepSeek en al menos algunos de sus modelos de conducción autónoma.

BYD ofrecerá más opciones

Los expertos han señalado que la tecnología de inteligencia artificial (IA) podría permitir a BYD ofrecer un sistema de comandos por voz más sofisticado y perfeccionar las capacidades de conducción autónoma.

Los competidores de BYD, Geely, Great Wall Motor y Leapmotor, socio de Stellantis, también están intentando integrar sistemas DeepSeek en sus modelos. DeepSeek se ha erigido en uno de los principales disruptores del sector de la inteligencia artificial tras lanzar un modelo que ofrece mayor rentabilidad y rendimiento que los de sus equivalentes estadounidenses.

OpenAI, con sede en San Francisco, se apresuró a acusar a la empresa china de robarle datos para entrenar sus modelos. Y mientras las empresas automovilísticas avanzan en el uso de funciones basadas en IA, un obstáculo clave es la normativa de seguridad.

Tesla, de Elon Musk, por ejemplo, sigue esperando la luz verde de Pekín para sus vehículos totalmente autónomos. Hacia las 14:25 horas en China, las acciones de BYD alcanzaban un máximo de 346,83 yenes (2,18 euros).

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