Tengo que confesarlo, no había leído nada, no había visto nada sobre la película “Apnée”.
Tengo que confesarlo, no había leído nada, no había visto nada sobre la película “Apnée”. Fue el azar el que me hizo entrar en una sala oscura. Y el azar hace bien las cosas. Qué agradable es además de raro ser sorprendido en el cine.
Al principio entramos en un mundo extraño en el que se encuentran tres personajes. En la primera escena, dos hombres y una mujer aparecen delante de un alcalde. Se aman y quieren casarse pero la ley no se lo permite. El alcalde se lo intentará explicar.
El resto de la película es una cadena de sorpresas y de momentos absurdos. El denominador común es el encuentro entre lo banal y lo extraordinario.
Los miembros de la compañía de teatro parisina “Les chiens de Navarre” son los protagonistas de la película.
Vivan esta “apnea” que es pura poesía.