El tenor peruano y la soprano rusa encarnan la trágica pareja de amantes.
Es una de las cimas del bel canto: la ópera de Donizetti Lucía de Lammermoor.
El director de escena Laurent Pelly crea un ambiente de ensueño y misterio en la Ópera Estatal de Viena. Olga Peretyatko y Juan Diego Flórez encarnan a los trágicos amantes.
La pasión, la desesperación y la locura están en el corazón de la Lucía de Lammermoor.
La Ópera estatal de Viena presenta una nueva puesta en escena de Laurent Pelly en la celebración de su 150 aniversario.
El gran tenor peruano Juan Diego Flórez y la soprano rusa Olga Peretyatko son los amantes trágicos en este perturbador drama.
Flórez explica que como toda ópera "se trata de canto; por supuesto, también de expresión y de teatro. Aquí hay mucho drama, pero la voz, lo más importante, alcanza el mayor nivel del bel canto_"._
La ópera de 1835 muestra la desesperación de Lucía, enamorada de Edgardo, pero obligada a un matrimonio de compromiso que la lleva a la locura y a la muerte.
Pelly hace balance del montaje: "Lo que quería evitar en Lucía por encima de todo es el realismo. Para mí, esta pieza es más como una película de terror. Es la historia de una niña que manipulada por todos los hombres que la rodean. Es una niña frágil, psicológicamente frágil. "
Un instrumento único, la armónica de cristal, acompaña a la icónica escena de locura en donde Lucía se rompe y su mente cae en cascada, quebrada por el dolor.
Algo que aprecia mucho la soprano Olga Peretyatko: "Esto es algo extraordinario, especialmente con esta armónica de cristal. Tiene tal efecto que es trascendental. No es de este mundo".
Pelly ha tenido en cuenta que "la locura es también como una proyección. Lucía ve a Edgardo junto a ella en todo momento. Y luego está ese gran instante que para mí debería ser casi sensual: frente a toda esa gente, ella está casi figurando el acto de amor ".