Conozca a la nueva generación de viticultores búlgaros

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Por Monica PinnaEuronews
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Los viticultores búlgaros representan una nueva ola de ‘apasionados’ del vino, con un montón de ideas frescas que, sin embargo, permanecen arraigados en la tradición búlgara.

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Radostin y Peter son los fundadores de Georgiev & Milkov, una compañía dedicada a la producción de vino. Ambos encarnan la nueva generación de viticultores búlgaros. Una nueva ola de ‘apasionados’ del vino, con un montón de ideas frescas que, sin embargo, permanecen arraigados en la tradición búlgara.

Empezaron, por diversión, en 2014. Entonces, no tenían una idea clara de cómo su pasión podría convertirse en un negocio, propiamente dicho. Al no tener la posibilidad de comprar su propio viñedo, emprendieron un viaje por las diferentes regiones vinícolas de Bulgaria. Decidieron que había llegado el momento de que las variedades locales recibieran la atención que merecían.

"No elegimos grandes cantidades", señala Peter. "Porque se trataba de un experimento. Seleccionamos un par de hileras de vides y empezamos a producir dos barricas de las variedades de uvas tintas Rubin y Mavrud".

La pasión de Radostin fue desarrollándose, desde su infancia. Produjo su primer vino con su padre y su abuelo, cuando apenas era un niño y tendría unos 8 años, más o menos. Peter cultivó la curiosidad por la viticultura, por sí mismo. Se conocieron en la Universidad de Plovdiv durante unas prácticas. Descubrieron que tenían mucho en común, mientras hablaban de vino, durante un turno de noche en una bodega local.

Los dos amigos unieron sus fuerzas en Bulgaria, después de haber adquirido experiencia en todo el mundo, incluyendo Estados Unidos, Nueva Zelanda, China, Austria y Malta.

"La filosofía a la que intentamos ser fieles, explica Radostin, es que la producción de vino debe expresar la naturaleza del suelo y de sus frutos. Y que hay que evitar, en la medida de lo posible, la intervención tecnológica, que podría cambiar el sabor de los vinos".

Peter y Radostin pretenden que sus ‘caldos’ sean más accesibles para las generaciones más jóvenes, interesadas en los vinos espumosos y naturales, sin aditivos. Experimentar en la vinificación es su clave para tratar de convertir las variedades tradicionales en vinos más modernos.

Así, consideran que pueden, por ejemplo, vinificar la uva Red Misket y crear un vino blanco clásico o un vino espumoso, el llamado ‘Pét-Nat’ (‘pétillant naturel’: término francés que se traduce, aproximadamente, como 'naturalmente espumoso'). A pesar de su nombre, la uva Red Misket se utiliza para la producción de vinos blancos de alta calidad. Es una antigua variedad de uva búlgara, común en todo el país, pero es casi imposible encontrarla en otro lugar del mundo. Georgiev & Milkov también utilizan la tecnología ‘Pét-Nat’, de forma creativa, para vinificar la uva tinta Mavrud. El lugar de nacimiento de esta variedad es la zona que rodea a la actual ciudad de Plovdiv, en la región vinícola de Tracia Occidental. El nombre Mavrud deriva del griego 'mavro', que significa negro.

Radostin y Peter afirman que la producción de vino ha ido más allá de ser una simple pasión. Se ha convertido en una ‘forma de vida’.

"Estas botellas significan toda mi vida, porque es algo que hacemos todos los días. Y, al final, quien degusta una de estas botellas prueba una parte de nosotros", explica Peter.

Lo que estimula a Radostin es que cada botella de vino transmita una sensación de la tierra de la que procede; en especial, a quienes descorchen una botella de su vino, fuera de Bulgaria.

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