Giro argumental: Amélie era una espía del KGB

Fotograma de la película Amélie.
Fotograma de la película Amélie. Derechos de autor UGC
Por David Mouriquand
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El director Jean-Pierre Jeunet ha desvelado la verdadera historia de Amélie en un cortometraje de 6 minutos titulado "La véritable histoire d'Amélie Poulain" sobre una espía del KGB

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Hace casi 22 años, la encantadora Amélie Poulain entró en nuestras vidas. La célebre película de Jean-Pierre Jeunet Le Fabuleux Destin d'Amélie Poulain (Amélie) recibió el aplauso generalizado de la crítica y se convirtió en uno de los mayores éxitos internacionales de una película francesa.

No se puede negar que los años no han sido demasiado benévolos con este capricho parisino. Aunque fue la película más taquillera de Francia en 2001, en las dos últimas décadas algunos han vuelto a considerar que Amélie es un asunto de estilo más que de sustancia, mientras que otros creen que vende una percepción paródica y cursi de lo que es una "película francesa" y que su legado duradero es la Disneyficación de Montmartre.

Sin embargo, incluso los cínicos y los inmunes a la fantasía de ensueño no podrían haber visto venir este giro argumental.

Jean-Pierre Jeunet ha desvelado la verdadera historia de Amélie en un cortometraje de 6 minutos titulado "La véritable histoire d'Amélie Poulain" ("Amélie: La verdadera historia"), en el que suelta una bomba considerable: Amélie no es la camarera de buen corazón que creíamos conocer.

De hecho, es una espía reclutada por el KGB. ¿No te lo crees?

Sí, ya es una realidad. Compuesto por escenas icónicas de la película que se han reorganizado para desvelar las técnicas de espionaje de Amélie y sus retorcidos planes de maestra espía (y cómo preparar una crème brulée de cianuro), el corto muestra la importancia del montaje en el proceso de realización cinematográfica y cómo las imágenes pueden reapropiarse para crear nuevos escenarios. Es un guiño descarado a los fans que demuestra una vez más que las películas se crean en la sala de montaje.

Cuando no está transformando sus caprichosos ensueños en enrevesadas historias de espionaje, Jeunet ha sido más bien discreto en la gran pantalla. Después de Amélie, en 2004 estrenó Un compromiso muy largo y en 2009, Micmacs, una sátira sobre el comercio mundial de armas. Ambas obtuvieron buenos resultados, pero palidecieron en comparación con el éxito nacional e internacional de Amélie.

Su adaptación de 2013 de "The Selected Works of T.S. Spivet", de Reif Larsen, fue bien recibida pero no atrajo al público, y al cineasta le resultó difícil encontrar inversión para sus futuros proyectos.

Tras casi una década de ausencia, el año pasado estrenó Bigbug, una comedia de ciencia-ficción "directa a Netflix" que no logró recrear el impacto ni el consenso crítico de sus aclamadas óperas primas Delicatessen, La ciudad de los niños perdidos y Amélie.

Al menos, este nuevo cortometraje nos recuerda lo especial que sigue siendo Amélie y que si decides celebrar el aniversario de la película el mes que viene, definitivamente no podrás mirar los grandes ojos marrones de Audrey Tautou de la misma manera.

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