Los heridos durante las procesiones del Krampus en Austria suscitan dudas sobre los peligros de las costumbres tradicionales. También se critica la costumbre del Klaasohm en Borkum debido a las acusaciones de violencia.
En Austria y parte de Alemania, Papá Noel llega el 6 de diciembre acompañado de Krampus. Papá Noel hace regalos a los niños que se han portado bien durante el año. Los que no lo han sido son castigados por su terrorífico acompañante y su vara. El aspecto del Krampus es diabólico, con cuernos y cadenas, y tiene raíces mitológicas. Evoca recuerdos de la representación del ángel caído Lucifer.
Para celebrar esta tradición, todos los años se celebran desfiles de Krampus y Perchten en Austria y el sur de Baviera. Durante estos desfiles, los miembros del club Krampus recorren el centro de la ciudad, asustando al público y, en ocasiones, sacando a los espectadores de entre la multitud para golpearlos con sus varas. Según un informe de Die Zeit de 2019, sin embargo, hay reglas para los Krampuses: Las varas deben estar hechas de ramas, los golpes solo pueden darse por debajo de las rodillas y tampoco deben golpear demasiado fuerte, ya que está prohibido tanto en el código penal como en el código Krampus. Sin embargo, a menudo se producen incidentes. Este año no ha sido una excepción.
Varios incidentes violentos durante los desfiles del Krampus
Según los medios de comunicación, antes del primer fin de semana de Adviento ya se produjeron graves incidentes en Austria. El miércoles 27 de noviembre, el desfile del Krampus en Zams (Tirol) se recrudeció y acabó en una reyerta multitudinaria en la que participaron unas 50 personas. Ocho personas resultaron heridas.
Según un informe de la Policía tirolesa, una mujer de 22 años fue golpeada tan fuerte con una vara de madera durante un desfile del Krampus en Imst el sábado que tuvo que ser atendida en el hospital. Los golpes le hincharon tanto la mano izquierda que ya no podía mover completamente los dedos. La Policía busca al desconocido y está investigando.
El mismo día, a una mujer de 51 años de Anras, en Tirol Oriental, casi le cortan la punta del dedo corazón de la mano izquierda. La Policía informó de que "la víctima se pilló la mano izquierda en la junta de una valla de barrera mientras ésta era movida de un lado a otro por ella y un Krampus". Tras los primeros auxilios, la mujer fue trasladada al hospital del distrito de Lienz.
Los Krampus también han resultado heridos
No sólo los espectadores han resultado heridos durante los desfiles de Krampus, sino también los propios artistas. El Standard informa de que se han producido varios ataques durante desfiles en Carintia en los que resultaron heridas cuatro personas disfrazadas. Una incluso perdió el conocimiento.
En otros desfiles se produjeron incidentes en los que los participantes sacudieron los cuernos de la máscara o la golpearon, causando lesiones a los disfrazados.
¿Violencia contra las mujeres disfrazada de tradición y costumbre?
La tradición y las costumbres no sólo se discuten en Austria. Un reportaje de la revista de la 'ARD', 'Panorama - die Reporter', publicado el fin de semana, arroja luz sobre la costumbre denominada 'Klaasohm' en la isla de Borkum, en el mar del Norte, que se celebra todos los años el 5 de diciembre.
Organizada por la asociación 'Borkumer Jungens', hombres con máscaras de piel y cuernos, acompañados por ayudantes y un 'Wiefke', un hombre vestido de mujer, desfilan por las calles, celebrando y buscando mujeres jóvenes. Éstas son sujetadas para que los hombres disfrazados puedan golpearlas en el trasero con cuernos de vaca. Todo ello acompañado de los aplausos de los espectadores.
'NDR' informa de que el festival es "formador de identidad" para muchos de los habitantes de la isla. Sin embargo, las mujeres participantes relatan experiencias dolorosas y humillantes. Algunas se sienten obligadas a participar en la tradición, otras intentan evitar el festival. También hay informes de agresiones en las que las mujeres son sujetadas por ayudantes y golpeadas en público.
Sin embargo, a pesar de todas las críticas, 200 mujeres protestaron en Borkum a favor de preservar la tradición. Las mujeres hicieron sonar cuernos de vaca y portaron una pancarta en la que se leía: "No dejaremos que se arruine la fiesta de Klaasohm".
A partir de ahora, sin embargo, el festival se celebrará sin violencia contra las mujeres. Un portavoz de la Policía confirmó que la Policía escoltará la controvertida costumbre con un gran número de agentes el próximo jueves.