El país estña en shock después de que una osa atacará y matara a un joven de 26 años.
PUBLICIDADItalia cuestiona si es seguro o no la presencia de osos en Trentino; después de que una osa, identificada como JJ4, atacara y matara a un joven esta semana. La ciudadanía está en shock tras la muerte de Andrea Papi, de 26 años, la primera víctima mortal por ataque de oso en el país.
La Justicia italiana ha suspendido la orden del presidente de la región, Maurizio Fugatti, de sacrificar al animal. Pero este se burla de los ecologistas que están en contra de su medida e insiste en que no solo hay que acabar con esta osa, sino con otros dos más.
“Hago un llamamiento a todos los activistas por los derechos de los animales que quieran salvar a los osos en estos días, que ofrezcan un lugar para albergarlos, no se preocupen, tenemos 70 para mudarnos. M49 está en el Casteller para cualquiera que lo desee. A todos los benefactores de la gestión del oso, sí, adelanten", afirma Fugatti.
La asociación ecologista LAV ha calificado la decisión de los tribunales como una victoria, sobre todo para esta subespecie cuya población a penas llega al centenar.
En 1999, el programa Ursus Life, cofinanciado con la Unión Europea, reintrodujo en la región a los osos pardos gracias a la llegada de 10 ejemplares de Eslovenia. Aun así, las autoridades ya conocían a la osa que mató a Andrea por agredir a un padre y su hijo en 2020.
Por lo tanto, la pregunta de si es segura o no la presencia de osos sigue en pie, así lo reconoce Marco Antonelli, miembro de WWF Italia: "Podría haber sido fundamental en estos años trabajar sobre todo en comunicar a la gente cómo comportarse. Pero poco ha hecho la Provincia, qué poco se ha hecho sobre la conectividad ecológica para que estos osos que crecían en número no pudieran expandirse fuera del Trentino occidental".
Algunos expertos consideran que para garantizar el bienestar de los senderistas, bastaría con informarles bien y equiparlos con un spray de pimienta. Ahora, incluso en Eslovenia existe un programa para abatir 200 osos de un total de 1100. Aquí, al contrario que en Trentino, el destino de estos seres está sellado: los ecologistas han perdido esta batalla.