Representantes belgas, alemanes y holandeses se han reunido este martes en Bruselas con el ministro belga de Interior.
Representantes belgas, alemanes y holandeses se han reunido este martes en Bruselas con el ministro belga del Interior para hablar de la situación de las centrales nucleares. Un reactor de la central nuclear belga de Tihange, cerca de la frontera con Alemania, ha vuelto a ser desconectado, según han dicho las autoridades, para someterse a nuevos controles porque se han detectado algunas anomalías en una de las bombas de carga.
“Cuando tengamos los resultados de las inspecciones sacaremos, naturalmente, las conclusiones oportunas. Por ejemplo, si resulta que tenemos un problema de seguridad, entonces esos reactores no se conectarán a la red. Nuestra posición es muy clara”, ha dicho Oliver Paasch, ministro-presidente germanófono.
Greenpeace lleva años alertando del peligro de centrales como ésta. Hemos habldo Eloi Glorieux, experto en energía, de esta organización ecologista: “Está claro que no existe la energía nuclear segura. En cualquier central nuclear de cualquier parte del mundo se puede producir un accidente nuclear grave y desde luego en Bélgica, donde todos los reactores tienen 41 años. El Gobierno ha decidido hace unos meses reactivar reactores agrietados que tienen más de mil fisuras en la vasija de presión. Así que se dan las condiciones para posible desastre nuclear”.
Las autoridades calculan que el reactor podría volver a estar operativo dentro de unas tres semanas.