Luca Visentini, secretario general de la Confederación Europea de Sindicatoscontra el dumping social

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Por Euronews
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Éranse una vez, 15 países europeos que decidieron facilitar el trabajo temporal en la Unión que formaron.

Éranse una vez, 15 países europeos que decidieron facilitar el trabajo temporal en la Unión que formaron. Idearon un marco para encuadrar a los llamados trabajadores desplazados; asalariados enviados por sus empleadores para llevar a cabo un servicio en otro país de la UE por lo general en los sectores de construcción o transporte. La palabra clave aquí es temporalidad.

Las normas se redactaron en 1996, cuando los Estados miembros europeos estaban más o menos a la par social y económicamente.

Veintiun años después, con la ampliación de Europa hacia el este y dos millones de trabajadores desplazados en la UE, los críticos dicen que este marco legal ya no sirve.

¿Por qué? Dado que, según el sistema actual, el empleador, por ejemplo Rumanía, no está obligado a pagar al trabajador desplazado más que el salario mínimo fijado por el país de acogida, por ejemplo Alemania. Pero los trabajadores alemanes en el mismo trabajo pueden ser pagados más. Los críticos dicen que el sistema es similar al dumping social.

Peor aún, nuestro equipo de Insiders se encontró con que los trabajadores desplazados a menudo pasan por subcontratistas para encontrar trabajo en un país anfitrión y pueden quedar atrapados en estafas bien organizadas.

Luca Visentini, secretario general de la Confederación Europea de Sindicatos, está dispuesto a cambiar las leyes de protección a trabajadores desplazados.

- Sophie Claudet: ¿Cómo se propone mejorarlas?

- Luca Visentini: La cuestión es conseguir la igualdad completa de trato para los trabajadores. Eso significa recibir el mismo pago, por el mismo tipo de trabajo, en el mismo lugar. Este es el principio que el presidente Juncker sigue cuando permite la revisión de la directiva y esto es exactamente lo que queremos.

- SC: ¿Puede explicarnos por qué hay una brecha entre los países de Europa Oriental y Occidental cuando se trata de cambiar las reglas? Básicamente, la mayoría de los países de Europa del Este no quieren que estas reglas cambien.

- LV: Los países receptores querrían acabar con el llamado dumping salarial y social, es decir, con la competencia desleal sobre los salarios cuando los trabajadores cotizan en su propio país, sin respetar los salarios mínimos, los convenios colectivos.
Y, por otro lado, tiene a los países emisores que quieren mantener algún tipo de ventaja competitiva para asegurarse de que puedan continuar influyendo, que sus empresas puedan seguir enviando trabajadores.
Está claro que la única manera de salir de esta situación es que por un lado, se garantize un trato igual, con lo que se resolvería el problema del dumping.
Y por otro lado, es necesario iniciar un proceso de convergencia salarial y convergencia de las condiciones de trabajo para asegurar que superamos la llamada división de salarios y la división social que aún existe, particularmente entre este y oeste.

- SC: En nuestros reportajes hemos visto que a veces los trabajadores están atrapados en una red de subcontratistas que no respetan sus derechos básicos, sus salarios, sus condiciones de trabajo, así que ¿no cree que aparte de revisar las normas sobre trabajadores desplazados debe haber más controles y verificaciones para asegurarse de que los subcontratistas no estafan a los trabajadores desplazados? ¿Cómo puede hacerse?

- LV: Por supuesto que si, sí, es cierto que el 80 por ciento de lo que dice ocurre en la subcontratación y no directamente en las empresas que reciben a estos trabajadores. Hay un par de discusiones en curso a nivel europeo que podrían encauzar el problema correctamente. Una es la discusión sobre la revisión de las regulaciones de seguridad social donde podrían agregarse algunos controles adicionales.
Y en el otro lado está esta idea que fue anunciada por el presidente Juncker en su discurso ante el Parlamento Europeo, que es la idea de crear una supuesta autoridad laboral. Esta autoridad laboral a nivel europeo podría ser realmente una especie de inspección transnacional o transfronteriza o al menos podría realizar una coordinación que podría aumentar los controles.
Pero, por supuesto, otra vez, en primer lugar, es responsabilidad de los Estados miembros asegurarse de que los controles están allí y garantizar que se pague igual salario a los trabajadores desplazados.

- SC: En resumen, ¿está seguro de que las reglas se cambiarán en la actual legislatura que acabará en 2019?

- LV: Creo que las reglas deben cambiarse porque si no supondría una pérdida increíble de credibilidad para la UE y los estados miembros europeos haber iniciado una revisión para no terminarla a tiempo. La última oportunidad es el consejo de ministros del 23 de octubre. El acuerdo, el compromiso; debe ser alcanzado allí. Porque si no se alcanza allí, no habrá tiempo para que el parlamento de la UE entregue el texto revisado para el final del mandato. Así que están enviando un aviso a los estados miembros para que sean responsables, negocien un acuerdo, alcancen un compromiso y no utilicen el envío de trabajadores como moneda de cambio en la vida de los trabajadores o para una pelea política.

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