Puede ayudar a agilizar los procesos, gracias a su capaciadad para analizar datos
La Intelegencia Artificial puede ayudar a la Justicia. Su capacidad para procesar datos puede agilizar los juicios. Y los expertos también valoran su capacidad para analizar pruebas contradictorias y emitir conclusiones.
Pero su uso plantea dudas, especialmente porque las máquinas tienden a repetir los esquemas y eso puede reforzar ciertos estereotipos. Un análisis puede basarse, por ejemplo, en la educación, en los ingresos, en la raza o en la zona donde vive el acusado.
En Estados Unidos, los "robots justicieros" ya han empezado a trabajar. En Europa tienen en cambio un papel muy limitado, pero algunos países han empezado a realizar pruebas.
"La inteligencia artificial se utiliza para detectar la peligrosidad de una persona. Analizando una serie de decisiones y de datos, puede establecer si el factor de riesgo es bajo, medio o alto para que cometa un nuevo delito", explica Clementina Barbaro, experta del Consejo de Europa. "También se utiliza para determinar la duración de las penas de prisión".
Según un estudio de la University College of London, los ordenadores pueden predecir más de 500 decisiones del Tribunal Europeo de Derechos Humanos con una precisión del 79%.
Pero, ¿es este porcentaje suficiente?.
Para la ex juez Dory Reiling, experta en Inteligencia Artificial, es una cuestión delicada porque "una vez se empiece a usar, la gente esperará que la decisión de los jueces coincida con la de las máquinas. Y si el juez no actúa de acuerdo con las expectativas generadas por la Inteligencia Artificial, puede haber un problema de legitimidad para el tribunal".
En previsión de todos estos riesgos, el Consejo de Europa ha desarrollar la primera carta para el uso de Inteligencia Artificial en el mundo judicial.