Las fuerzas populistas y de extrema derecha se abren camino en Eslovaquia tras los escándalos de corrupción que han sacudido el país
Las elecciones legislativas en Eslovaquia se anuncian muy reñidas.
El primer Ministro, Peter Pellegrini, del partido socialista, sabe que podría perder el poder. Y alerta sobre el alza de los partidos extremistas. "Ya no es una pelea entre ideologías o entre programas políticos. Una lucha entre la socialdemocracia y la derecha, o algo así. Lo que yo me pregunto es: ¿cual será el futuro de la República Eslovaca si llegan al poder partidos sin experiencia, que no están bien preparados? Puede ser peligroso para la estabilidad de Eslovaquia y puede ser peligroso para la estabilidad de la Unión Europea".
Las encuentras muestran que una formación de extrema derecha, el Partido de la Gente, podría hacerse con la tercera posición. Defiende un retorno a los valores cristianos, mano dura con la inmigración y el fin del trato preferencial que, según ellos, recibe la minoría gitana.
Su ascenso responde, en parte, a los escándalos de corrupción que han salido a la luz tras el asesinato del periodista de investigación Jan Kuciak, y que han salpicado a las altas esferas del estado.
Los sondeos indican que los ultraconservadores podrían hacerse con el poder. “La mafia pudo matar a una persona, y no era una persona cualquiera, era un periodista. Así pues el nivel de corrupción es muy, muy alto en Eslovaquia", afirma Eduard Heger, del Partido de la Gente Corriente. "La gente siente que estamos en la cola de la UE. Y la gente quiere vivir en un país sano."
Para la directora del periódico más vendido de Eslovaquia, SME, estas elecciones son cruciales. "Estamos en una encrucijada, y debemos tomar una decisión: ¿queremos ser un estado mafioso o queremos ser una democracia, basada en el Estado de derecho y las instituciones democráticas? ¿O simplemente queremos tomar el camino de Hungría?, se pregunta Beata Bologová.
Sea cual sea el resultado de las elecciones, el asesinato del periodista Jan Kuciak habrá marcado un antes y un después en la política de Eslovaquia.