En 1666, el rey Carlos II de Inglaterra concedió el derecho eterno a que cincuenta barcos de la ciudad flamenca de Brujas faenaran en aguas británicas.
Uno de los puntos más conflictivos de las negociaciones sobre el Brexit es la pesca. Si no hay acuerdo, los barcos europeos perderán el acceso a los caladeros británicos.
Aunque podría haber una excepción. Según un tratado de 1666, cincuenta barcos de la ciudad flamenca de Brujas podrán seguir faenando eternamente en sus aguas.
"El Privilegio fue otorgado por Carlos II de Inglaterra a los ciudadanos de Brujas porque estuvo exiliado aqui entre 1656 y 1659, después de que Cromwell ejecutara a su padre¨", explica Jan d'Hondt, responsable del Archivo de la Ciudad de Brujas. "Y en señal de gratitud, les concedió este privilegio".
Londres afirma que otros tratados más recientes anulan este antiguo documento, pero podría no ser totalmente cierto, dado el apego de Gran Bretaña a las tradiciones.
"Gran Bretaña es un país con muchas tradiciones antiguas y el derecho consuetudinario está muy presente. Tienen la Ley del Monarca del siglo XIII, y tal vez podría considerarse que este Privilegio sigue siendo legal, pero no me corresponde a mí decidirlo", afirma D'Hondt.
Más allá de la anécdota histórica, miles de pescadores españoles y europeos siguen pendientes del Brexit porque muchos empleos están en juego.