La Unión Europea ya ha anunciado la compra de vacunas con las que hacer frente a esta amenaza.
PUBLICIDADCon la pandemia del coronavirus aún coleando, Europa hace frente estos días a un brote de viruela del mono. Los datos ofrecidos por el director regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud, Hans Kluge, hablan por sí solos:
"Europa sigue siendo el epicentro de este brote en aumento, con 25 países que han notificado más de 1.500 casos, es decir, el 85 por ciento del total mundial", informaba el experto belga, que instaba "a los distintos Gobiernos a abordar la viruela del mono sin repetir los errores cometidos en la pandemia".
Centrados en efecto en no repetir los errores del pasado, y mientras el virus se extiende, la OMS ya ha anunciado su intención de decidir muy pronto si la mencionada viruela del mono es o no una emergencia sanitaria mundial.
"El brote mundial de viruela del mono es claramente inusual y preocupante", reconocía el recientemente reelegido director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus. "Por eso he decidido convocar la semana que viene al Comité de Emergencia del Reglamento Sanitario Internacional para que evalúe si este brote representa una emergencia de salud pública de importancia internacional".
Para hacer frente a este nuevo y preocupante reto, la Unión Europea ya ha anunciado a su vez la compra de vacunas con las que hacerle frente. La comisaria europea de Salud, Stella Kyriakides, era la encargada de confirmarlo:
"Ayer firmamos un acuerdo para comprar, con el presupuesto de la UE, unas 110.000 dosis de vacunas contra la viruela del mono para los Estados miembros", decía Kyriakides, que destacaba cómo "esta es una prueba real y muy tangible del tipo de reacción rápida y colectiva que la Unión Europea de la Salud puede ofrecer".
Pero lo cierto es que las vacunas contra la viruela del mono son limitadas, y la OMS ha advertido que estas deben compartirse a nivel mundial. "La acción conjunta para mejorar la salud en Europa nunca ha sido tan crítica como hoy", reconoce Hans Kluge.