Marc Tarabella es uno de los seis acusados de recibir sobornos de Catar.
Uno de los eurodiputados implicados en el escándalo de sobornos en el Parlamento Europeo, Marc Tarabella, ha descrito su calvario como "nada fácil" y ha afirmado que no se merece lo que le ha ocurrido.
El político belga, que hasta su expulsión militaba en las filas socialdemócratas, ha hablado por primera vez ante la prensa este miércoles. Entre lagrimas ha explicado las dificultades a las que se ha enfrentado en los últimos meses.
"Veo mi cara en las noticias todas las noches. Mi nombre está por todas partes, manchado, el nombre de mi familia, mi madre, mi mujer, mi hija y mi hijo, que tampoco se han merecido nunca esto", ha dicho a los periodistas. El eurodiputado fue detenido en febrero y puesto en libertad el mes pasado. Hasta ahora estaba bajo vigilancia electrónica, una medida que ya se ha levantado. Ahora está a la espera de juicio.
Un estatus que ha aprovechado para explicar su versión de los hechos: desde los inesperados registros en su domicilio hasta sus días en la cárcel. "Un gran número de policías llegaron a casa, acompañados por el juez y la presidenta (del Parlamento Europeo) Roberta Metsola, para un registro. Me quedé atónito", ha declarado durante la rueda de prensa.
"Mi mujer y mi hijo estaban conmocionados. Los policías fueron muy amables. Me explicaron que buscaban dinero. No entiendo qué dinero. No tengo nada que reprocharme. ¿Por qué me encuentro con una docena de policías, un juez y la presidenta del Parlamento y funcionarios?", ha relatado.
También ha manifestado sentirse traicionado por un hombre al que consideraba amigo, Pier-Antonio Panzeri, el ex eurodiputado considerado como el cerebro de la trama y que decidió cooperar con la policía. "Todo esto sobre la única base de las palabras de un hombre que más tarde admitiría ser el jefe de una organización criminal y que lanzó mi nombre para evitar que se lo comieran", ha asegurado Tarabella.
"Pasé varios meses en la cárcel. La cárcel no es fácil para un culpable, pero aún peor para un inocente", ha lamentado.
Según su abogado Maxim Töller, el eurodiputado belga tendrá que responder a cualquier llamada de la policía, no salir del territorio belga sin acuerdo previo y evitar ponerse en contacto con los otros imputados en el caso.
Los seis acusados, incluía la ex vicepresidenta del Parlamento Europeo Eva Kaili, han sido puestos en libertad y están a la espera de juicio.