En este episodio de Smart Regions, nos sumergimos en el laboratorio submarino de Sicilia que podría ayudarnos a comprender mejor los orígenes de nuestro universo.
IDMAR es el mayor telescopio submarino de Europa y se sitúa frente a Portopalo di Capo Passero en la punta sur de Sicilia. Está a 100 kilómetros de la costa, hacia el este, con cables, detectores y esferas a 3500 metros de profundidad. Las esferas de este proyecto europeo son los ojos y los oídos de lo que ocurre en el Mediterráneo. Transmiten en tiempo real informaciones preciosas para los investigadores.
"Nos aporta información de geofísica y vulcanología, de biología y nos hace comprender cómo está hecho el universo", explica el coordinador científico de IDMAR, Giacomo Cuttone.
Al pie del Etna, en Catania, el Instituto italiano de física Nuclear es el coordinador de IDMAR. Simone Biagi forma parte del elenco de investigadores de laboratorio multidisciplinar, situado a 3 km y medio de profundidad, justo donde coinciden la falla europea y la falla africana. Con IDMAR fotografían y mapean esta zona sísmica.
Pero también intentan responder a una pregunta que obsesiona a la humanidad estudiando unas raras partículas elementales llamadas neutrinos que atraviesan la tierra, el mar y el espacio.
"Los neutrinos pueden ser importantes para comprender el origen de los rayos cósmicos, que son partículas que nos bombardean, que bombardean la Tierra. Y sin embargo, todavía no sabemos cuál es el origen de los mismos. Pero si los medimos y estudiamos los neutrinos procedentes del universo, podremos explicar en cierto modo de dónde venimos", cuenta Simone.
IDMAR se compone de 28 líneas, cada una con 18 esferas equipadas con miles de sensores. El presupuesto total es de 40 millones de euros, de los cuales 19 millones proceden de la política de cohesión de la UE y uno de la región de Sicilia.
En el laboratorio del puerto de Catania, Giuseppina Larosa nos habla de los oídos de IDMAR: cada esfera está dotada de un hidrófono. ¿Qué han descubierto estudiando el rumor del mar a tres km de profundidad?
"Con IDMAR, hemos descubierto que las ballenas, concretamente los cachalotes que se pensabamos ausentes en el Mediterráneo, viajan en realidad a mayor profundidad. Estudiando sus sonidos podemos saber dónde están y hacia dónde se mueven", cuenta Giuseppina.