Los trabajadores y empresarios de este sector protestan contra la normativa de Giorgia Meloni que pretende ajustarse al marco regulatorio europeo para que la propiedad de estos espacios no pase de padres a hijos sino que vaya a concurso público.
PUBLICIDADLos gestores de playas italianos, también conocidos como 'balnaeri', personas que trabajan en los clubes de playa, protestan contra una nueva ley que obliga a sacar a concurso público las concesiones para el uso comercial de los espacios costeros a partir del próximo año.
En Italia, las codiciadas licencias de playa se han transmitido de padres a hijos durante décadas, lo que ha dificultado la entrada de nuevas empresas en el mercado de la arena. Italia quiere acabar con esta práctica histórica.
Protestas en las playas
Los operadores turísticos de playas como la de Ostia, en el área metropolitana de Roma, han cerrado sus sombrillas durante dos horas en señal de protesta a la adhesión de Italia a las normas de competencia de la UE que afecta a sus negocios.
"Estamos hablando de 30.000 empresas, 300.000 trabajadores. Pedimos al Gobierno un compromiso concreto y práctico", dice Valentina Fabbri, presidenta de la Asociación de Comerciantes local, en declaraciones a 'Euronews'.
"También pedimos un reembolso congruente y un plan en relación con las inversiones realizadas en estas costas, tanto en activos tangibles como intangibles y no sólo los que aún no se han amortizado.
Los turistas y locales que visitan las playas entienden las reivindicaciones de los propietarios de estos negocios. "La protesta es legítima. Esta gente sólo tiene estos meses para trabajar", dice una bañista.