Bruselas espera que Hungría pague 200 millones de euros y levante las restricciones que impone desde hace tiempo al derecho de asilo.
PUBLICIDADHungría ha incumplido el primer plazo para pagar la multa de 200 millones de eurosimpuesta por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), lo que ha llevado a Bruselas a enviar un segundo requerimiento de pago y ha sentado las bases para un inminente choque frontal. La nueva fecha límite es el 17 de septiembre.
Si para entonces Budapest no ha transferido la suma global, la Comisión Europea, que está obligada a velar por que los Estados miembros acaten las sentencias del TJUE, pondrá en marcha el llamado "procedimiento de compensación" y deducirá los 200 millones de euros de la parte asignada a Hungría del presupuesto de la UE, parte del cual sigue congelado por el deterioro del Estado de Derecho.
"Infracción sin precedentes y excepcionalmente grave" del derecho comunitario
"No hay margen de maniobra. Tenemos que seguir los procedimientos aplicables", dijo este lunes un portavoz de la Comisión. En una sentencia emitida en junio, el TJUE consideró que Hungría había cometido una "infracción sin precedentes y excepcionalmente grave del derecho de la UE" debido a las restricciones que el país aplica desde hace tiempo al derecho de asilo.
El litigio se remonta a diciembre de 2020, cuando el Tribunal dijo por primera vez que Hungría, bajo el mandato del primer ministro Viktor Orbán, había limitado el acceso a los procedimientos de asilo para los solicitantes de protección internacional, haciendo "prácticamente imposible" presentar solicitudes.
Las autoridades húngaras fueron reprendidas por mantener ilegalmente a los solicitantes de asilo en las llamadas "zonas de tránsito" en condiciones similares a la detención y por violar su derecho a recurrir, aunque se han cerrado desde entonces.
Esta práctica "sistemática", dijo entonces el Tribunal, también implicaba que la Policía húngara escoltara por la fuerza a nacionales de terceros países que habían llegado irregularmente a Hungría hasta una "franja de terreno desprovista de cualquier infraestructura", dejándoles sin otra opción que ir a Serbia.
Budapest había rebatido enérgicamente los cargos y argumentado que la presión migratoria en toda la UE justificaba las excepciones, pero el Tribunal desestimó este punto.
Como Hungría hizo caso omiso del veredicto de 2020, la Comisión Europea emprendió nuevas acciones legales, que desembocaron en la sentencia de junio. Los jueces concluyeron que Hungría estaba "despreciando el principio de cooperación sincera" y "eludiendo deliberadamente" la aplicación de la legislación de asilo del bloque, con efectos dominó para los Estados miembros vecinos.
"Esa conducta constituye una grave amenaza para la unidad del Derecho de la UE, que tiene un impacto extraordinariamente grave tanto en los intereses privados, en particular los intereses de los solicitantes de asilo, como en el interés público", dijeron los jueces.
El procedimiento de compensación podría ponerse en marcha si Hungría no cede
Como consecuencia de la infracción, el TJUE impuso una multa de 200 millones de euros en concepto de pago único. Viktor Orbán calificó la decisión del tribunal de "escandalosa e inaceptable". "Parece que los inmigrantes ilegales son más importantes para los burócratas de Bruselas que sus propios ciudadanos europeos", dijo.
La Comisión envió la primera solicitud de pago el 16 de julio, concediendo a Hungría 45 días naturales para realizar la transacción. El plazo terminó el viernes pasado y no se transfirió ningún dinero. Esto llevó a la Comisión a enviar una segunda solicitud de pago este lunes, con un plazo adicional de 15 días para responder.
Si Budapest no cede, la Comisión pondrá en marcha el "procedimiento de compensación" e "identificará los próximos pagos a Hungría con cargo al presupuesto de la UE y deduciremos de ahí la cantidad en cuestión", explicó un portavoz.
Por otra parte, el Ejecutivo está estudiando la multa de un millón de euros diarios que el TJUE también impuso a Hungría y que aumenta cada día que el Gobierno sigue ignorando la sentencia de junio. Budapest tiene hasta el 31 de septiembre para explicarqué tipo de medidas, en su caso, ha introducido para levantar las restricciones al derecho de asilo.
Hungría se muestra desafiante
"Dependiendo del contenido de esa respuesta, procederemos o no con la solicitud de pago de la multa diaria de un millón de euros", añadió el portavoz. Es poco probable que Hungría ceda pronto; de hecho, parece más que dispuesta a convertir el asunto en un enfrentamiento político en toda regla.
El mes pasado, Gergely Gulyás, ministro del Gabinete del primer ministro, reafirmó la negativa de su Gobierno a acatar la sentencia del TJUE y amenazó con enviar a los migrantes en autobús a las capitales belgas como represalia por la multa astronómica. "Si Bruselas quiere inmigrantes, los tendrá", dijo Gulyás. "Les daremos a todos un billete de ida si la UE hace imposible detener la migración en la frontera exterior".