Alemania ha restablecido controles fronterizos en cruces como Bélgica para frenar la migración y combatir el crimen. Los controles, que durarán seis meses, pretenden ser flexibles en cuanto a duración e intensidad.
Filas de coches y furgonetas de la Policía fronteriza alemana se han reunido en el paso fronterizo de Bélgica a Alemania para realizar controles de pasaportes. El mismo despliegue se producirá en las otras ocho fronteras terrestres.
Esta medida se produjo después de que Alemania suspendiera la libre circulación que establece el tratado de Schengen, que define la zona sin fronteras de la UE entre los Estados miembros: "El objetivo es frenar la migración y proteger contra los graves peligros que plantean el terrorismo islamista y los delitos graves", afirmó la ministra del Interior de Alemania, Nancy Faeser, la semana pasada.
Seis meses de controles... o más
"Ajustamos nuestras medidas para poder actuar con flexibilidad en el tiempo y en el lugar. No habrá la misma intensidad en el mismo momento ni en el mismo lugar en todo momento", explica a 'Euronews', Richard Koester, jefe de la Inspección de la Policía Federal de Aquisgrán.
Los controles están previstos durante meses pero pueden extenderse más.
Bruselas cree que la medida es para consumo interno
Funcionarios y diplomáticos en Bruselas han expresado su consternación y han calificado la medida como "obviamente dirigida a una audiencia interna". El domingo que viene habrá elecciones en el Estado federado de Brandeburgo.
Los nuevos puntos de control no están provocando atascos de tráfico por ahora, pero los viajeros aún pueden ayudar a acelerar el proceso si tienen sus documentos de viaje listos antes de cruzar la frontera alemana, ya que podrían encontrarse con controles al azar.