La amenaza de aranceles del 200% del presidente Trump sobre el alcohol de la UE está causando pánico en la ya debilitada industria francesa del champán.
La industria francesa del champán se prepara para un duro golpe después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazara el jueves con imponer aranceles de hasta el 200% al alcohol europeo si no se levantan los nuevos aranceles de la UE del 50% sobre el bourbon.
Estados Unidos es el principal cliente de Francia en cuanto a exportaciones de champán, con 25 millones de botellas enviadas al otro lado del Atlántico el año pasado. En 2024, Francia exportó a Estados Unidos vinos y licores por valor de 3.800 millones de euros, lo que representa una cuarta parte de sus exportaciones totales.
La amenaza de Trump en una escalada de la guerra comercial transatlántica está causando pánico entre quienes trabajan en el ya debilitado sector del champán. Las ventas de champán llevan hundiéndose más de dos años, ya que los consumidores, cansados de la inflación, tanto en Francia como en el extranjero, recortan gastos debido a la subida de los precios. Las exportaciones totales de champán disminuyeron casi un 10% el año pasado. En Francia, la demanda de esta bebida también descendió un 8%.
Las alternativas al champán ganan popularidad
La región del champán también está luchando contra el cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos, como el calor intenso y las heladas tempranas. Esto ha provocado cosechas más escasas para los viticultores, lo que ha encarecido aún más el precio del champán.
Es una tendencia que Agnès Baracco, propietaria de una tienda de vinos en el noreste de París, ha notado en los últimos años. "Yo vendo champán, pero en los dos últimos años los precios han subido mucho y los clientes le dan la espalda", explica a 'Euronews'.
"Cuando abrí la tienda hace quince años, mi champán más barato costaba unos 20 euros. Hoy lo vendo a 27 euros porque recorto mi margen de beneficios cuando podría venderlo a más", explicó. En cambio, afirma que sus clientes se decantan por otras alternativas burbujeantes, como un vino espumoso de Vouvray que vende por unos 10 euros. "Es el que más vendo. Y casualmente, no es caro", exclama.
Otras alternativas más asequibles, como el prosecco italiano, el cava español y los vinos espumosos franceses, amenazan al sector del champán tanto en el mercado local como en el internacional.
La hora del cambio
Según Jean-Marie Cardenat, economista y experto en la industria vinícola, es una llamada de atención muy necesaria para el sector del champán.
"Quizás haya que aceptar el hecho de que el champán, que ha disfrutado de una forma de monopolio durante varias décadas, ya no está en esa situación, ni en el mercado francés, con el auge del crémant, ni en el internacional, con el cava y el prosecco, que ahora compiten con el champán", explica a 'Euronews'.
"Creo que el camino a seguir para el sector pasa sin duda por un enfoque de marketing ligeramente renovado", añadió. Por el momento, tanto la UE como Francia no parecen dispuestas a dar marcha atrás en la disputa comercial transatlántica.
La Federación Francesa de Exportadores de Vinos y Espirituosos se declaró "harta de ser sistemáticamente sacrificada" a raíz de la guerra comercial. Pero el ministro francés de Comercio, Laurent Saint-Martin, afirmó el jueves que su país "contraatacará". "No cederemos ante las amenazas y siempre protegeremos nuestras industrias", escribió en un post en X.