En una entrevista con 'Euronews', Plamen Ralchev dice: "El euro es un bote salvavidas al que Bulgaria debe subirse". El científico de la Universidad de Economía Nacional y Mundial advierte contra la explotación del debate sobre la moneda por parte de los partidos populistas de extrema derecha.
En Bulgaria, la leva tiene los días contados. Bulgaria quiere introducir la moneda única europea, el euro, de cara a enero. Los esfuerzos de reforma ya dan sus frutos:
la Comisión Europea, el Banco Central y los ministros de Hacienda de la UE han dado su visto bueno.
Bulgaria cumple todas las condiciones para entrar en la zona euro:
- los precios al consumidor aumentan poco a poco,
- el déficit presupuestario es bajo,
- la deuda pública es una de las más bajas de Europa, y
- los tipos de interés a largo plazo son estables.
Aun así, muchos búlgaros tienen miedo a la inflación, a pesar de que el euro es una de las monedas más estables del mundo. Un 66% cree que Bulgaria aún no está preparada. Los ultranacionalistas búlgaros y partidarios de Rusia organizan manifestaciones contra el euro. La sociedad está dividida. Pero todas las instituciones de la Unión Europea confirman lo contrario: Bulgaria ha hecho sus deberes y está lista.
¿Pasar al euro tiene más ventajas o más inconvenientes? La primera parada nos conduce hacia unos viticultores búlgaros. El vino lleva miles de años cultivándose en esta región. Ivailo Antonov es director gerente de la bodega del valle de Bessa. Pese a las temperaturas estivales de 40 grados, sus viñas prosperan: "Plantamos Syrah, y este año esperamos una cosecha muy buena".
La empresa produce 720.000 botellas de vino al año, de las cuales un 80% se destina a la exportación. Pero ir intercambiando divisas cuesta dinero: "Vendemos al extranjero y nos pagan en euros", explica Antonov. "Pero cuando compramos material en Bulgaria, pagamos con levas. Pagamos mucho dinero al banco para que transfiera dinero de euros a levas y viceversa". La introducción del euro elimina los costes de este tipo de transacciones, y los empresarios búlgaros ahorran dinero.
Cambiamos de ubicación: Vamos al pueblo de Doganovo, donde conozco a Vasil Petrov. A los 14 años aprendió a pescar y a preparar carpas. También entiende de contabilidad. Lleva siete años trabajando en el restaurante junto al estanque de peces. Cree que el euro lo encarecerá todo: "Los precios van a subir, pero los salarios no. Eso me da miedo".
La sociedad búlgara está dividida entre gente a favor y en contra del euro. Los populistas de derechas propagan el miedo a la inflación y organizan manifestaciones a gran escala. El alarmismo funciona con gente como Vasil: "No me da buena espina renunciar a la leva. En los billetes aparecen personalidades búlgaras. Me da miedo renunciar a una parte de nuestra identidad nacional; los búlgaros somos muy nacionalistas. Contamos con más de 3000 años de historia. A la gente nos da miedo porque sentimos que Europa nos devora".
Regresamos al valle de Bessa. El viticultor Antonov no está de acuerdo con el punto de vista del chef de pescado Vasil. En su opinión, el dinero no tiene nada que ver con la identidad nacional. Además, añade: "El euro es la segunda moneda más importante del mundo. Creo que deberíamos estar orgullosos de ello".
En Sofía, la capital de Bulgaria, quedo con Plamen Ralchev. Dirige el Departamento de Relaciones Internacionales en la Universidad de Economía Mundial. Ralchev apoya la decisión de que Bulgaria adopte el euro: "Bulgaria se ha comprometido a adoptar el euro en las condiciones establecidas en el Tratado de Adhesión a la UE. Por tanto, la cuestión no es si hacerlo, sino cuándo".
Euronews: "¿Cuándo es el mejor momento? El 66% de los búlgaros dice: “Nuestro país aún no está preparado”".
Ralchev: "Hace unos años, la economía búlgara estaba en mejor forma. Hemos perdido impulso a causa de la inestabilidad política y la incapacidad de formar un gobierno estable".
Euronews: "¿Debería Bulgaria esperar unos años más?".
Ralchev: "No recomiendo esperar más. No sabemos cómo estará la economía de aquí a 2 o 3 años. Podría empeorar. El problema es que el sentimiento pro-Europa en Bulgaria no es lo bastante sólido".
Euronews: "Uno de cada dos búlgaros dice: “No. No queremos eso”. ¿Por qué?".
Ralchev: "Algunos (búlgaros) se ven a sí mismos como europeos, mientras que otros consideran que son un pueblo balcánico muy singular. Tenemos complejos psicológicos muy arraigados: ¿Dónde estamos? ¿Hacia dónde debemos dirigirnos como nación? Y luego está el tema de Rusia: Esta fractura que recorre la sociedad búlgara entre capas prorrusas y antirrusas es completamente inquietante".
Euronews: "¿El euro conduce a la inflación?".
Ralchev: "Eso es manipulación psicológica: ¡La cosa cada vez va a peor! Los precios se disparan. Yo espero que los precios bajen tras la introducción del euro. La lógica del mercado dejará claro a los comerciantes que deben bajar sus precios en euros si quieren seguir siendo competitivos en el mercado".
Euronews: "¿Por qué iba adoptaría Bulgaria el euro? ¿Cuál es la ventaja para Bulgaria?".
Ralchev: "El euro es como un ancla de estabilidad, un bote salvavidas al que hay que subir".