Entre los firmantes figuran los ministros de Asuntos Exteriores de una veintena de países europeos, así como de Canadá, Australia y Nueva Zelanda, y la comisaria de Igualdad, Preparación y Gestión de Crisis de la UE.
Un grupo de 25 países, entre ellos España, el Reino Unido, Canadá, Australia o Japón, además de una comisaria de la Comisión Europea, emitieron este lunes una declaración conjunta en la que exigen el fin inmediato de la guerra en Gaza y señalan que Israel debe cumplir el derecho internacional.
Los ministros de Asuntos Exteriores que representan a los países cosignatarios afirmaron que "el sufrimiento de los civiles en Gaza ha alcanzado nuevas profundidades" y condenaron "el goteo de ayuda y la matanza inhumana de civiles, incluidos niños, que intentan satisfacer sus necesidades más básicas de agua y alimentos".
"El modelo de suministro de ayuda del Gobierno israelí es peligroso, genera inestabilidad y priva a los habitantes de Gaza de su dignidad humana", afirma el comunicado. "La denegación por parte del Gobierno israelí de la ayuda humanitaria esencial a la población civil es inaceptable. Israel debe cumplir sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario", añade.
Una crisis humanitaria catastrófica
En enero, Israel prohibió operar a la principal organización de la ONU que suministraba ayuda a los palestinos de Gaza, la UNRWA, alegando que la agencia hacía la vista gorda ante la presencia de miembros de Hamás en sus filas.
La responsabilidad de la distribución de la ayuda se traspasó a la Fundación Humanitaria de Gaza, respaldada por Estados Unidos, que no tenía experiencia previa en la entrega de ayuda en zonas de combate.
Su método de entrega ha sido criticado por grupos de ayuda establecidos, y las entregas en sus cuatro centros de distribución repartidos por Gaza han sufrido incidentes ocasionando numerosas víctimas mortales, ya sea en aplastamientos de multitudes o después de que las fuerzas israelíes o los contratistas de seguridad abrieran fuego hacia los solicitantes de ayuda.
La población de Gaza, de más de dos millones de palestinos, se encuentra en una crisis humanitaria catastrófica, según las organizaciones internacionales, y ahora depende principalmente de la limitada ayuda que se permite entrar en el territorio. Muchas personas se han visto desplazadas en múltiples ocasiones.
El mortífero balance de la guerra
La guerra entre Israel y Hamás comenzó cuando militantes dirigidos por el grupo terrorista atacaron el sur de Israel el 7 de octubre de 2023, matando a unas 1.200 personas, la mayoría civiles. Hamás tomó como rehenes a 251 personas, y en la actualidad retiene a 50, de las que se cree que 20 están vivas.
La posterior ofensiva israelí ha causado la muerte de al menos 59.000 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, según el Ministerio de Sanidad de Gaza, dirigido por Hamás, cuyas cifras no distinguen entre combatientes y civiles. El Ejército israelí afirma que 850 de sus soldados han muerto desde el comienzo de la guerra.
Israel y Hamás han mantenido conversaciones de alto el fuego en Qatar, sin resultados concretos hasta la fecha. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha afirmado en repetidas ocasiones que la ampliación de las operaciones militares de Israel en Gaza presionará a Hamás en las negociaciones. El lunes, las FDI lanzaron su primera operación terrestre en la ciudad central de Deir al Balah, pero no dieron información sobre sus fines y objetivos.