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Hungría y Serbia: cooperación transfronteriza frente a inundaciones y sequías en el río Tisza

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Hungría y Serbia: cooperación transfronteriza frente a inundaciones y sequías en el río Tisza
Derechos de autor  Euronews
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Por Aurora Velez
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Serbia y Hungria estudian el pulso del río Tisza. Comparten datos para crear una plataforma de gestión integrada del cuce en la región fronteriza. Objetivo: pronosticar mejor los riesgos hidrológicos asociados al cambio climático.

El río Tisza el mayor afluente del Danubio no es un cauce tranquilo. El cambio climático ha amplificado la frecuencia y la intensidad de inundaciones y sequías en su cuenca, que atraviesa cinco países. Dos de ellos, Serbia y Hungría han decidido compartir “data” y cooperar juntos para ser más reactivos ante esos fenómenos.

Slobodan Kolaković, profesor asociado por la Universidad de Novi Sady coordinador de ADAPTisa señala que “el objetivo es desarrollar una plataforma integrada de gestión del agua, es decir, un espacio digital donde expertos, instituciones y responsables de la toma de decisiones de países fronterizos puedan intercambiar datos, prever riesgos y coordinar respuestas en tiempo real. Por último, pero no menos importante, este proyecto reúne a instituciones clave de Serbia y Hungría, universidades y empresas públicas de gestión del agua, que comparten experiencias, tecnología y conocimientos para hacer frente al creciente impacto del cambio climático”.

“El objetivo es desarrollar una plataforma integrada de gestión del agua, es decir, un espacio digital donde expertos, instituciones y responsables de la toma de decisiones de países fronterizos puedan intercambiar datos, prever riesgos y coordinar respuestas en tiempo real”
Slobodan Kolaković
Profesor asociado por la Universidad de Novi Sad y coordinador de ADAPTisa

Más de sesenta voluntarios: profesores, estudiantes universitarios y ciudadanos se dieron cita el 16 de octubre en Bečej, Serbia, para recolectar todas las basuras visibles en las orillas del río y en su cauce, a lo largo de una decena de kilómetros. Esta operación de limpieza forma parte del abanico de medidas del proyecto interregional europeo ADAPTisa. Según Kolaković, “cuando se producen grandes inundaciones, la crecida arrastra mucha basura y tenemos problemas procedentes de la parte alta del río: los desechos llegan desde Ucrania y Hungría, hasta Serbia. Hemos tenido muchas dificultades en nuestras orillas con esa basura. El objetivo de estas acciones es precisamente: la sensibilización.”

En paralelo, un grupo de investigadores toma muestras del agua en la orilla y en el centro del cauce del Tisza. Estudian la calidad, el pHy los niveles de ftalatosy pesticidas, entre otros, gracias a un mini laboratorio portátil financiado por el proyecto.

¿Pero contribuyen la colecta de basuras y el análisis del agua a prevenir mejor las inundaciones? Maja Petrović, coordinadora de esta actividad en el proyecto explica que “cada muestra que tomamos hoy, cada análisis que realizamos, cada kilo de residuos que recogemos se incorporará a nuestra plataforma de gestión del agua. Así, trataremos de comprobar la precisión del modelo que estamos desarrollando, y que utilizaremos en el futuro para la predicción de inundaciones”.

“Cada muestra que tomamos hoy, cada análisis que realizamos, cada kilo de residuos que recogemos se incorporará a nuestra plataforma de gestión del agua. Así, trataremos de comprobar la precisión del modelo que estamos desarrollando y que utilizaremos en el futuro para la predicción de inundaciones”.
Maja Petrović
Profesora asociada por la Universidad de Novi Sad y coordinadora de las acciones de limpieza en ADAPTisa

Miljan Jovanović, voluntario y residente en la región de Voivodina, no ha olvidado la inundación de 2006. El cauce del Tisza se desbordó y destruyó su antigua casita, que afortunadamente ha podido reconstruir con materiales más sólidos. “Quedó inundada. Sólo sesenta centímetros de tejado quedaron fuera del agua. Miramos hacia Bečej y parecía el mar. El lecho del río había desaparecido”, relata.

Registrar la memoria del cauce, esencial para gestionar las crecidas

El proyecto ADAPTisa se basa en el monitoreo del río y la transmisión de datos con el fin de crear una plataforma de gestión integrada del Tisza en esta región. Las plataformas públicas de gestión de agua de ambos países la utilizarán. Será de acceso público a través del sitio web de la Dirección regional de gestión del agua del Bajo Tisza en Szeged, Hungría. En su desarrollo emplean la inteligencia artificial para pronosticar las crecidas y las sequías; se basan en una combinación de datos hidrológicos históricos, mediciones en tiempo real y simulaciones de modelos hidráulicos.

El presupuesto total de ADAPTisa es de 1,4 millones de euros, de los cuales el 85 por ciento ha sido financiado por la Política de Cohesión de la Unión Europea y el resto por las entidades asociadas al proyecto, en ambos países.

Si en 2006 la crecida del Tisza superó los diez metros, ahora el nivel del río en Szeged es de apenas un metro. “La sequía es extrema” destaca Péter Kozák, al frente de la Dirección regional de gestión del agua del Bajo Tisza (ATIVIZIG); al tiempo que señala que “con estos análisis obtendremos información más detallada sobre las causas de los cambios y, gracias a ello, podremos encontrar la solución más económica y rápida, así como las medidas necesarias para la restauración de las aguas superficiales o para el uso de una nueva zona de retención”.

“Con estos análisis obtendremos información más detallada sobre las causas de los cambios y, gracias a ello, podremos encontrar la solución más económica y rápida, así como las medidas necesarias para la restauración de las aguas superficiales o para el uso de una nueva zona de retención”.
Péter Kozák
Director de la Dirección regional de gestión del agua del Bajo Tisza - ATIVIZIG

Para él el peor escenario es el actual: “pocas precipitaciones, seguidas de temperaturas extremadamente altas, con gran evaporación de agua y poco caudal en los ríos.”

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