¿Pueden las soluciones sostenibles y las tecnologías innovadoras de vanguardia transformar el reciclaje del plástico y su economía circular tanto en Europa como en todo el mundo? Viajamos a Austria para averiguarlo.
Parece una planta de fabricación, pero en realidad es un enorme centro de investigación. Dentro del Innovation Hall de Borealis en Linz, Austria, se mezclan materias primas con nombres extraños —como polímeros— con aditivos, antioxidantes o fibra de vidrio para probar la fabricación de una amplia variedad de productos cotidianos.
"Los distintos productos que diseñamos pueden ser tuberías o parachoques, o por supuesto material de embalaje para envolver un dulce", explica Doris Machl, directora del Centro de Competencia de Compounds & Recyclates.
Desde materiales aislantes hasta películas transparentes totalmente reciclables, estas líneas de fabricación de tamaño real permiten a los desarrolladores mostrar claramente a los clientes potenciales cómo proporcionar materiales plásticos con una segunda vida en condiciones de fábrica.
Las instalaciones son la Sede de Innovation de Borealis, uno de los mayores grupos químicos de Europa. Emplea a 6.200 personas, está presente en 120 países y afirma estar plenamente comprometida con convertir los desechos plásticos en productos innovadores.
"Somos una de las poquísimas empresas que fabrica el material virgen, utiliza materiales de desecho y produce con ellos artículos destinados realmente a aplicaciones de alto rendimiento. Así que no se trata de cubos o palés. En realidad estamos añadiendo valor, y no solo reciclando", afirma Stefan Doboczky, director general de la empresa.
El grupo reconoce que la manera más fácil y eficaz de evitar los residuos plásticos es impedir que se filtren al medio ambiente. Por eso, en 2017 iniciaron un proyecto llamado STOP, destinado a abordar los desechos plásticos en Indonesia.
"Elegimos Indonesia porque el 60% de los desechos no se recoge, lo que significa que se van a quemar al aire libre, a vertederos ilegales, contaminan los ríos y terminan en el océano. Hemos desarrollado y aplicado el sistema en tres ciudades colaboradoras. De hecho, hemos conectado a más de 600.000 personas a la gestión de residuos y hemos creado 260 puestos de trabajo locales", explica Markus Horcher, vicepresidente de Sostenibilidad y Asuntos Públicos de la empresa.
La compañía ha presentado más de 12.000 patentes.