Por Leika Kihara y Daniel Leussink
TOKIO, 15 feb - La economía japonesa repuntó en los tres últimos meses de 2021, ya que la caída de los casos de coronavirus ayudó a apuntalar el consumo, aunque el aumento de los costes de las materias primas y el repunte de las nuevas infecciones de la variante ómicron enturbian las perspectivas.
El gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, también destacó la escalada de tensiones en Ucrania como un nuevo riesgo para la previsión del banco central de una recuperación económica moderada.
La tercera economía mundial se expandió un 5,4% interanual en octubre-diciembre tras contraerse un 2,7% revisado en el trimestre anterior, según mostraron los datos oficiales el martes, quedando por debajo de la previsión media del mercado de un aumento del 5,8%.
Algunos analistas prevén que la economía vuelva a desplomarse en el trimestre actual, ya que el aumento de los casos de COVID-19 impide a los hogares hacer compras y las interrupciones de la cadena de suministro afectan a la producción de las fábricas.
"La economía probablemente se estancará en enero-marzo o incluso podría contraerse, dependiendo de cómo afecte la variante ómicron al consumo del sector servicios", dijo Takeshi Minami, economista jefe del instituto de análisis Norinchukin.
El crecimiento económico se vio impulsado en gran medida por el aumento del 2,7% intertrimestral del consumo privado, que representa más de la mitad del producto interior bruto (PIB) de Japón.
La expansión del gasto de los consumidores, que fue mayor que las previsiones del mercado de un aumento del 2,2%, se produjo después de que Japón pusiera fin a las restricciones del coronavirus en octubre.