TOKIO, 2 may - La actividad manufacturera de Japón creció a un ritmo más lento que el mes anterior en abril, ya que las interrupciones de la cadena de suministro y las estrictas medidas de confinamiento ante el coronavirus chino afectaron a la demanda exterior.
La actividad del sector se mantuvo gracias a la resistencia de la producción, los pedidos globales y el optimismo sobre el año que se avecina, aunque los productores se mostraron más cautelosos ante la persistencia de las presiones sobre los precios, la guerra de Ucrania, los atascos logísticos y las perspectivas económicas mundiales.
El Índice de Gerentes de Compras (PMI) del sector manufacturero de Japón, publicado por el Jibun Bank, cayó en abril a un nivel desestacionalizado de 53,5, frente al 54,1 del mes anterior.
Esta cifra coincidió en gran medida con la lectura preliminar de 53,4. La marca de 50 separa la contracción de la expansión.
La encuesta del PMI mostró que los precios de los insumos subieron al ritmo más fuerte desde agosto de 2008, lo que llevó a los fabricantes a aumentar los precios de venta al ritmo más rápido de la historia de la encuesta.
Esto hizo que el optimismo de las empresas sobre las condiciones para los próximos 12 meses cayera a su nivel más bajo desde julio de 2020.