Ministros de Sanidad de la UE impulsan límites internacionales a la donación de esperma y óvulos para frenar a los superdonantes, abordando problemas éticos y el impacto psicosocial en cientos de hermanos genéticos.
Una coalición de ministros de Sanidad de la UE quiere fijar límites internacionales al número de hijos que puede tener un mismo donante de esperma u óvulos, poniendo fin al fenómeno de los superdonantes de esperma. Esta propuesta, a través de una nota informativa, fue presentada el viernes en Luxemburgo por Suecia y Bélgica durante una reunión de ministros de Sanidad de la UE, y cuenta con el respaldo de otros cuatro países: Francia, Hungría, Países Bajos y España.
Aunque muchos países europeos, entre ellos Suecia -uno de los principales proponentes-, tienen leyes nacionales que limitan el número de hijos por donante, actualmente no existe ninguna normativa internacional. Esto contrasta con algunos bancos comerciales de esperma y óvulos que han establecido límites voluntarios, como 75 familias por donante, mientras que otros carecen de tales restricciones.
Como resultado de esta falta de regulación, no es raro que las personas concebidas de donantes descubran que tienen más de 100 hermanastros genéticos, en historias que a menudo atraen la atención pública.
Ejemplos notables incluyen un donante de esperma holandés sospechoso de haber engendrado más de 550 hijos en todo el mundo y el director ejecutivo de Telegram, Pavel Durov, de quien se rumorea que es el padre biológico de más de 100 niños gracias a años de donación de esperma, siendo estos algunos de los casos más conocidos.
Estos y otros casos similares suscitan "nuevas preocupaciones sobre el posible impacto psicosocial en los niños concebidos por donantes y en los donantes", declaró la ministra sueca de Sanidad, Acko Ankarberg Johansson.
A esto se suman los recientes llamamientos para limitar el número de donaciones después de que el esperma de otro donante holandés, portador de una rara variante genética relacionada con el cáncer, se utilizara para concebir al menos 52 niños, algunos de los cuales han sido diagnosticados de la enfermedad.
Registro transfronterizo de donantes
Para explicar su propuesta, los ministros han argumentado que una actuación internacional es necesaria no solo por motivos éticos, sino también por las tendencias demográficas, como el descenso de las tasas de fertilidad y el retraso de la planificación familiar. Estas tendencias han obligado a muchos países de la UE a depender cada vez más de bancos comerciales de gametos que operan a escala internacional, lo que dificulta el cumplimiento de los límites de donantes.
El Ministro belga de Sanidad, Frank Vandenbroucke, afirmó que los límites internacionales solo serían prácticos si se apoyaran en un registro transfronterizo exhaustivo de donantes. "Necesitamos urgentemente una cuota a escala europea respaldada por un registro de la UE para garantizar su correcta aplicación", declaró.
Añadió que "es inaceptable que los niños o los padres tengan que descubrir mediante pruebas genéticas que podrían tener 70 o más hermanastros en toda Europa o incluso en todo el mundo. Eso no es ético y es un factor de riesgo".
Aunque varios Estados miembros apoyan la iniciativa, la Comisión Europea, por ahora, procede con cautela. Los proponentes han pedido que se actualice la normativa de la UE sobre sustancias de origen humano; sin embargo, esta legislación ha sido revisada recientemente, en junio de 2024.
En su intervención en la reunión, la máxima responsable de salud de la Comisión Europea, la Directora General de Salud y Seguridad Alimentaria Sandra Gallina, calificó la cuestión de preocupación recurrente para los Estados miembros y los pacientes. No obstante, señaló que la regulación del número de descendientes de donantes es principalmente competencia nacional, ya que el mandato de la UE en este ámbito se limita a las normas de seguridad y calidad.
Gallina explicó que "la UE puede ayudar a concienciar a los profesionales de la fecundación in vitro sobre los límites nacionales de donantes" y anunció que la Comisión respondería a la petición de Suecia y Bélgica organizando un debate con las autoridades nacionales y la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE), principal organismo profesional del continente en este campo.