Los especialistas están ayudando a los militares a recuperarse del trauma monitorizando su actividad cerebral durante las sesiones a través de sensores neuronales.
El soldado ucraniano Artem Lykhozhon, de 25 años, regresó de su cautiverio en Rusia hace cinco meses tras tres años como prisionero de guerra, los cuales le han generado profundas huellas psicológicas. "Nos vimos obligados a bloquear todas nuestras emociones", explica Lykhozhon.
Cuando finalmente se reunió con su familia, se sintió incapaz de sentir alegría. "Todos se alegraron mucho de verme y yo también, pero no sentí nada… y sentí pena por mi familia, por haberles parecido frío, pero realmente no siento nada", expresa.
Lykhozhon se encuentra actualmente en rehabilitación en un centro de salud mental en el Centro Nacional de Rehabilitación Unbroken de Leópolis. Allí, especialistas lo ayudan a recuperarse del trauma mediante terapia de neurofeedback, durante la cual monitorizan su actividad cerebral mediante sensores.
Durante las sesiones, Lykhozhon intenta mantener sus pensamientos enfocados en un punto dentro de un círculo que se muestra en un monitor. Cuando lo logra, el punto se ilumina en verde. Cuando no ocurre, este se vuelve amarillo. Este proceso enseña al cerebro a autorregularse, según la Sociedad Internacional de Neurorregulación e Investigación (ISNR). Esto es clave para mejorar los síntomas físicos relacionados con el estrés, así como el bienestar general.
24.000 pacientes en cuatro años
Desde soldados hasta civiles, pacientes de toda Ucrania acuden a este centro de salud mental para su rehabilitación. En los últimos cuatro años, la clínica afirma haber tratado a unos 24.000 pacientes. "Hemos asumido el problema de la cantidad", declara Oleg Bereziuk, director del departamento de salud mental del Centro Unbroken.
Bereziuk afirma que la guerra ha destruido las conexiones neuronales en los cerebros de los pacientes, pero que los especialistas en salud mental del centro pueden ayudarlos a sanar. Si bien puede ser imposible que los pacientes vuelvan a ser quienes eran antes de la guerra, los especialistas afirman que la clave está en aprender a reconstruir una nueva vida después del trauma. "Hoy en día, debemos encontrar las herramientas más óptimas, de mayor calidad y sencillas que restauren esta neuroplasticidad y neurogénesis", afirma Bereziuk.