Las personas con niveles más altos de una proteína llamada troponina en la sangre tenían mucha más probabilidad de desarrollar demencia, según un estudio.
Las personas con signos de daño cardíaco en la mediana edad tienen más probabilidades de desarrollar demencia, según una nueva investigación. La señal clave fueron niveles más altos de troponina I cardíaca, un tipo de proteína que se libera en el torrente sanguíneo cuando el músculo cardíaco sufre daño. Los niveles elevados pueden indicar que alguien está sufriendo un infarto, lo que puede afectar a la salud cerebral.
Pero incluso entre personas sin síntomas de problemas cardíacos, los niveles más altos de troponina en la mediana edad anticiparon el inicio de la demencia hasta 25 años antes del diagnóstico, según el estudio, publicado en el 'European Heart Journal'.
Los investigadores explicaron que niveles más altos de troponina sin síntomas podrían indicar que alguien está sufriendo daño cardíaco persistente. Esto puede tener efectos en cadena para la salud, por ejemplo al alterar el flujo sanguíneo al cerebro y aumentar el riesgo de demencia.
"El daño cerebral que se observa en personas con demencia se acumula lentamente a lo largo de las décadas antes de que aparezcan los síntomas", dijo Eric Brunner, uno de los autores del estudio y profesor de epidemiología social y biológica en University College London, en un comunicado. "Ahora necesitamos realizar estudios para evaluar en qué medida los niveles de troponina en sangre pueden predecir el riesgo futuro de demencia".
El estudio incluyó a casi 6.000 personas en el Reino Unido, que no tenían demencia ni enfermedad cardíaca. Se les realizaron pruebas de troponina de alta sensibilidad cuando tenían entre 45 y 69 años, y posteriormente se les siguió una media de 25 años.
Durante ese periodo, 695 personas fueron diagnosticadas de demencia. En comparación con quienes no desarrollaron demencia, presentaron de forma constante niveles más altos de troponina en sangre entre siete y 25 años antes del diagnóstico.
Las personas con los niveles más altos de troponina tenían un 38% más de probabilidades de desarrollar demencia que quienes presentaban los niveles más bajos, según el estudio. También mostraron un declive más rápido del pensamiento, la memoria y la capacidad de resolver problemas.
Los resultados se mantuvieron tras tener en cuenta factores como el sexo, la etnia y el nivel educativo. Los investigadores señalaron que unos niveles elevados de troponina podrían servir algún día como señal de alerta temprana de un mayor riesgo de desarrollar demencia.
"Nuestros resultados preliminares sugieren que la troponina podría convertirse en un componente importante de una puntuación de riesgo para predecir la probabilidad futura de demencia", dijo Brunner.