Newsletter Newsletters Events Eventos Podcasts Videos Africanews
Loader
Encuéntranos
Publicidad

Cuánto cuesta visitar un mercadillo de Navidad en Europa: así varían los precios de la comida y las tradiciones por país

Multitud en el mercado navideño de Estrasburgo
Multitud en el mercado navideño de Estrasburgo Derechos de autor  AP Photo/Jean-Francois Badias
Derechos de autor AP Photo/Jean-Francois Badias
Por Euronews
Publicado
Compartir Comentarios
Compartir Close Button

'Euronews' compara los mercadillos navideños de Alemania, Francia, España, Grecia y Hungría para saber cuánto cuesta realmente comer, beber y comprar artesanía en cada país, y qué impacto tiene en el bolsillo de quienes cobran el salario mínimo.

A dos semanas de Navidad, las ciudades europeas entran en su periodo más festivo: preparativos, luces, compras de última hora y, por supuesto, mercadillos navideños, que se han convertido en una tradición compartida en gran parte del continente. Pero ¿cómo son en otros países y, sobre todo, cuán asequibles resultan para sus habitantes?

Las redacciones de 'Euronews' en español, alemán, francés, griego y húngaro han recopilado una panorámica comparada sobre gastronomía, bebidas, artesanía y el coste real de visitar estas ferias para una persona que cobra el salario mínimo.

Mercado navideño de Charlottenburg en Berlín
Mercado de Navidad en Charlottenburg, Berlín AP/Ebrahim Noroozi

En primer lugar, Alemania. Así describe nuestro colega el ambiente en Berlín:

"Los visitantes del mercado navideño del Palacio de Charlottenburg son recibidos por aromas dulces y salados, las luces parpadeantes de pequeños chalets de madera y la fachada del palacio iluminada de forma festiva. Pequeños grupos se reúnen a ambos lados, copa de vino caliente en mano. Las bebidas, que pueden pedirse con un chorrito extra de aguardiente, mantienen un precio razonable, en torno a los 5 euros, aunque la comida resulta algo más cara".

"La bratwurst es, por supuesto, un imprescindible. Pero quien busque algo más original puede probar el handbrot: pan relleno de crema de champiñones y queso, cubierto con otra capa de masa y horneado hasta fundirse. Se come con la mano, de ahí su nombre, y cuesta 8 euros. Además, no faltan los clásicos: bollos, churros, patatas fritas y un sinfín de aperitivos de distintos países".

Alemania cuenta con una larga tradición de ferias navideñas, tradición que también comparten las regiones del noreste y norte de Francia. Estrasburgo, por ejemplo, alberga uno de los mercadillos más antiguos y famosos de Europa. Hoy la costumbre se ha extendido por todo el país, incluso por el sur. Según nuestro colega, en Francia persiste el estereotipo de que los mercadillos están llenos de comida demasiado cara y recuerdos producidos en masa.

Cocina francesa en las ferias de Navidad

En los mercadillos franceses es casi seguro encontrar pretzels por unos 5 euros, junto a una amplia oferta de dulces como los crêpes, también alrededor de ese precio. Entre los platos principales destaca la raclette, uno de los grandes protagonistas de estas ferias. El queso se funde de manera tradicional, a la vista del público, calentando una de sus caras y rascando luego la capa superior derretida sobre una baguette.

Este bocadillo cuesta unos 10 euros, igual que otra especialidad habitual, la salchicha godiveu, muy condimentada con cebolla y, en ocasiones, vino tinto. También es muy popular la tartiflette, una especie de gratinado elaborado con patatas, bacon y abundante queso reblochon, típico de la región de Saboya. Su precio ronda los 15 euros.

Otro clásico imprescindible es la choucroute al estilo alsaciano: col fermentada cocida en vino blanco y servida con distintas carnes ahumadas, por entre 10 y 15 euros.

Árbol de Navidad en Madrid
Árbol de Navidad en Madrid AP/Manu Fernandez

España también cuenta con numerosos mercados navideños, siendo el más emblemático el de la Plaza Mayor de Madrid. Siguiendo la tradición local, muchos visitantes aprovechan para tomar churros con chocolate caliente para combatir el frío. Aunque los precios han subido en los últimos años, un chocolate con seis churros sigue costando alrededor de 6 euros.

En Grecia, el mercado navideño más conocido es el Pueblo de Navidad, que combina el ambiente típico de feria con juegos interactivos para niños y una programación continua de actividades artísticas. En lo gastronómico, predomina la comida rápida: porciones de pizza, perritos calientes, souvlaki (brochetas de carne asada) y una amplia variedad de postres, desde lukumades, pequeñas rosquillas griegas, hasta churros y gofres. Las raciones pequeñas suelen costar unos 5 euros, aunque en los mercadillos más modestos pueden encontrarse tentempiés desde 3 euros.

Bollos de Nutella y platos principales económicos en Budapest

Las ferias navideñas de Budapest han recibido varios premios internacionales en los últimos años, especialmente las de la Basílica y la plaza Vörösmarty. Su popularidad entre los turistas extranjeros ha alimentado la percepción, muy extendida entre los húngaros, de que los precios están pensados para visitantes con mayor poder adquisitivo.

Y lo cierto es que no resulta difícil encontrar platos principales por 10 a 15 euros, cifras altas para los estándares locales. Algunos productos llegan incluso más lejos: una costilla a la barbacoa en la plaza Vörösmarty cuesta 8.300 forints, casi 22 euros.

Gossamer de llama en un puesto de la Feria de Navidad de la plaza Vörösmarty de Budapest
Flame gossamer en uno de los puestos del mercado navideño de la plaza Vörösmarty de Budapest Euronews/Magyar Ádám

La col rellena, un plato tradicional navideño en Hungría, aparece en varios puestos, igual que los populares lángos, quizá la comida rápida húngara más conocida. Tradicionalmente, esta masa frita se sirve con ajo, queso y nata agria, pero en los mercadillos navideños proliferan versiones que desconciertan a los locales. Los bollos de cuatro quesos, estofados o con Nutella cuestan entre 4.000 y 5.000 forints (10–13 euros). A modo de comparación, un lángos clásico con queso y nata agria cuesta unos 20 lei, 1.500 forints, en el mercado navideño de Oradea.

Otro plato emblemático, la sopa gulash, alcanza los 4.850 forints, casi 13 euros, en Budapest. Una norma habitual en los mercadillos navideños del centro de la ciudad exige que cada puesto de comida ofrezca al menos un plato principal económico, por unos 1.600 forints (4 euros).

Durante nuestra visita a la plaza Vörösmarty, encontramos tres menús del día: una cazuela de verduras y carne, una salchicha lechok con cebolla y patata, y las tradicionales tortitas fritas de carne de Hortobágy, acompañadas de patatas fritas.

El vino caliente ya ha llegado a Grecia

El vino caliente es indispensable en los mercadillos del centro de Europa, y la tradición se ha ido extendiendo hacia el sur. En Atenas, un vaso cuesta entre 3 y 5 euros, aunque la bebida aún no ha conquistado plenamente al público local, que suele preferir café o chocolate caliente, también por entre 3 y 5 euros.

Ambiente navideño en Atenas
Espíritu navideño en Atenas AP/Ismini Vlassopoulou

En España, el chocolate caliente sigue siendo la bebida más popular en los mercadillos. En Alemania, en cambio, el vino caliente no tiene rival, salvo el ponche, y una taza en la feria de Charlottenburg, en Berlín, cuesta unos 5 euros, aunque en otros mercadillos de la capital puede encontrarse desde 3,5 euros. Quien quiera añadir un chorrito de pálinka deberá sumar unos 2 euros más.

El vino caliente también triunfa en las ferias francesas, donde se conoce como 'vin chaud' y suele costar entre 4 y 5 euros el vaso. En Hungría, el precio es ligeramente inferior: en los mercadillos de Budapest ronda los 1.500 forints, menos de 4 euros, mientras que en Oradea puede encontrarse por 15 lei (unos 1.100 forints o 3 euros).

Los productos artesanales, caros en todas partes

Y como las ferias navideñas también son ferias comerciales, vale la pena ver qué se compra en cada país. En España, donde los mercadillos tienen una larga tradición, especialmente el de la Plaza Mayor de Madrid, los visitantes suelen adquirir belenes para adornar sus casas en Navidad.

Entre las figuras más populares están los caganers de origen catalán: pequeñas figuras que representan a personajes famosos en una postura ligeramente agachada, en plena "devolución a la naturaleza" de unos churros imaginarios. Son piezas humorísticas muy codiciadas y su precio suele oscilar entre 20 y 25 euros.

Caganeros de políticos estadounidenses en las estanterías de una tienda de Barcelona
Caganeros de políticos estadounidenses en las estanterías de una tienda de Barcelona AP Photo

El precio de estas figuras es muy variado: los caganers cuestan entre 20 y 25 euros. En los demás países analizados, las diferencias también son notables: las piezas pequeñas pueden adquirirse por pocos euros, mientras que los adornos artesanales pueden alcanzar los 10, 20, 30 euros o incluso más, según la calidad y el tipo de producto.

En Francia, lo más habitual es comprar adornos navideños, ornamentos y ropa de abrigo como gorros y bufandas. Los productos gastronómicos también son muy apreciados como regalo, y una caja de bombones de calidad puede llegar a costar 25 euros. En Grecia, los precios son más asequibles: pequeños adornos pueden encontrarse por 1 o 2 euros, y un belén móvil o un árbol de Navidad iluminado ronda los 30 euros.

En Hungría también se venden adornos de bajo precio, pero los mercadillos de la plaza Vörösmarty y de la Basílica, los más conocidos, son territorio de artesanos. Algunos trabajan todo el año preparando su mercancía para estas ferias, o incluso para la de Viena; otros dependen especialmente de la temporada navideña. En general, la artesanía se paga: los precios suelen aparecer tanto en forints como en euros y comienzan en torno a los 5 euros, aunque muchos adornos pequeños superan los 10 o 15 euros.

Los mercadillos navideños en Hungría, caros en relación con el salario mínimo

El periodo navideño supone un esfuerzo económico en toda Europa, y no todos pueden permitirse visitar los mercadillos con regularidad. Según los datos recopilados por nuestros equipos, los precios tienden a igualarse dentro de la UE, pero en Hungría la fuerte inflación de los últimos años hace que los mercados navideños se perciban casi tan caros como los de Europa Occidental.

Para comparar el nivel de gasto, analizamos cuánto debe pagar una persona con salario mínimo para comer y beber en un mercadillo de distintos países. Para ello seleccionamos siempre la opción de comida más económica, la que previsiblemente elegiría un trabajador con ingresos bajos y, cuando era posible, incluimos también una porción de vino caliente. Las cifras del salario mínimo proceden de Eurostat (2025), aunque conviene recordar que muchos países, incluida Hungría, actualizarán estas cantidades el próximo año.

Adornos navideños artesanales en la feria de la plaza Vörösmarty de Budapest
Adornos navideños artesanales en el mercado de la plaza Vörösmarty de Budapest Euronews/Magyar Ádám

Empecemos por Francia. Allí consideramos que un pretzel no resulta suficiente para una cena, así que tomamos como referencia un bocadillo de raclette de 10 euros y un vino caliente cuyo precio medio es de 4,5 euros. La cuenta asciende a 14,5 euros, el 0,8% de un salario mínimo de 1.802 euros.

En Alemania, una bratwurst sí puede bastar como plato principal. Combinada con un vino caliente de 5 euros, la cena cuesta 10 euros, lo que equivale a algo menos del 0,5% del salario mínimo alemán, situado en 2.161 euros.

España es la excepción: no hay un plato típico de mercadillo comparable y el vino caliente no es habitual. Sin embargo, unos churros con chocolate, que sacian bastante, cuestan unos 6 euros, es decir, el 0,4% del salario mínimo español (1.381 euros), un porcentaje similar al francés.

En Grecia, donde el salario mínimo es de 1.027 euros, una ración pequeña de comida ronda los 5 euros y un vino caliente cuesta unos 4 euros. En total, una cena sencilla supone el 0,8% del salario mínimo.

Hungría presenta un caso particular. Gracias al plato económico obligatorio, es posible comer un principal por 4 euros, y el vino caliente tiene un precio similar. La cuenta final, 8 euros, es la más baja de todas; sin embargo, debido a que el salario mínimo es de solo 727 euros, esa cena representa el 1,1%, el porcentaje más alto entre los países analizados.

La comparación, no obstante, tiene matices: los sistemas fiscales difieren significativamente entre países, por lo que el salario mínimo neto, lo que realmente llega al bolsillo, varía mucho.

Fuentes adicionales • Serguei Doubine, Ioannis Karagiorgas, Maria Muñoz Morillo, Franziska Müller, Magyar Ádám

Ir a los atajos de accesibilidad
Compartir Comentarios

Noticias relacionadas

El reno Lars, criado a mano en Reino Unido, se incorpora a la manada y se prepara para Navidad

Cientos de Papás Noel corren por Michendorf, Alemania, en la carrera navideña anual

Qué número saldrá en el sorteo de la Lotería de Navidad 2025 según la IA y dónde conseguirlo